El Fantasma de don Agustín espera que el Pleno del Ayto de este mes apruebe la moción del PSOE sobre la revitalización del Barrio de los Elementos y haya “voluntad política” de hacerla
Están aquí al lado, somos casi vecinos.
Están muy cerca de esta Casa, pero parecen estar muy lejos de quienes mandan en ella, muy lejos de sus preocupaciones, de sus prioridades, de sus proyectos. Están muy cerca pero no se les quiere ver, tal vez con la intención de olvidar que están ahí. Pero están.
Están y además representan un contrapunto a ese “mantra” que se repite una y otra vez. Ese que dice que esta villa es la que cuenta con la mayor renta per cápita de España. Son los pozueleros que viven en las casas que forman parte del denominado barrio de Los Elementos.
Llevan mucho tiempo esperando que se atiendan sus justas reivindicaciones, tanto que han debido perder hasta la esperanza.
Al parecer, el grupo municipal socialista va a llevar a la sesión plenaria de este mes de octubre, una moción para que se tomen las medidas oportunas para proceder a revitalizar ese barrio. A estas alturas todavía no sé si saldrá adelante. No sé si contará con el voto favorable de los restantes grupos.
Hasta es posible que algunos concejales, tras leer la moción, anden a toda prisa buscando en el plano del municipio donde se encuentra el mencionado barrio, porque no saben dónde está. Sus lógicas preocupaciones por estudiar otros desarrollos más vistosos, como por ejemplo el de Montegancedo, los ha llevado a no tener ni tiempo ni ocasión de pisar esas calles. Nunca lo han visto y nunca han tenido, por tanto, la mínima voluntad de poner remedio a los problemas que tiene.
La votación de la moción es una excelente ocasión para ver como se retratan todos y cada uno de los concejales, para ver si impera la lógica y lo que es de justicia o si, por el contrario, se impone la política partidista.
Espero que, al final, la moción no sea rechazada. No puede serlo.
Pero también espero que no se introduzca, a última hora, alguna enmienda que la convierta en papel mojado. Sobran las experiencias de ello, aquí en la Casa.
Como también espero que, si finalmente se aprueba, su contenido se lleve a cabo. Ya les hablaba el otro día de eso de la “voluntad política”, porque una cosa es dar apoyo en una votación y otra, bien distinta, es estar dispuesto a llevar lo aprobado a la práctica.
Se necesita un compromiso firme, porque además nos encontramos con el hecho de que el actual mandato tiene ya los días contados y que a partir del próximo mes de mayo todo puede ser distinto, aunque no deje de ser igual. Y las hojas se las puede llevar el viento.
Como ven, mi optimismo, como no puede ser de otra forma, no deja de ser francamente descriptible.
Tal vez, por ser ya viejo por estos lares.
Don Agustín “el Fantasma del Torreón”