Una de dos: o Mónica García Molina trabaja poco como concejala o trabaja solo para salvarse ella

(12-08-15) (Sigo con repeticiones de artículos publicados hace tiempo, cuando empezaba este periódico y no tenía su actual difusión. Es tiempo de vacaciones y también sirven para descansar ya que la próxima temporada se presenta apasionante. El articulo de hoy se publicó a mediados de octubre de 2014, pero sigue siendo de total actualidad. El Capitán Possuelo).
Hace un mes, desde esta misma columna y ante la alarma social que se estaba creando por la caída de los árboles, le pedí a Mónica García Molina, LA CONCEJAL DELEGADA DE MEDIO AMBIENTE del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, que contase a los pozueleros qué estaba haciendo al respecto en esta ciudad. Y no valía que dijese que estaba en ello con evasivas y eufemismos. Le pedía que empezase a poner cifras encima de la mesa. Era un simple ejercicio de transparencia.
Concretamente, le hacía unas preguntas simples: ¿Cuántos árboles heridos, enfermos, agonizantes, con ramas secas o muertos hay en Pozuelo si es que ya se podía hacer una primera estimación? También, ¿cuántos árboles se estimaba que habría que talar?
Ahora, un mes después, habría que añadir ¿cuántos se han talado ya?
Como en Madrid, además, ya están dando datos concretos sobre el Retiro, tanto en relación a los medios que están usando como del número de árboles sospechosos, creo que es el momento de reclamar, de nuevo, esos datos en Pozuelo.
Porque, aunque nadie lo crea, LA CONCEJAL DELEGADA DE MEDIO AMBIENTE aún no ha contestado. No ha dicho ni mu. Se desconoce la razón de su silencio. No se sabe si se debe a que no ha trabajado el tema y no tiene datos. Y si no tiene datos, pocos pueden hacerse públicos. También puede ser que tiene los datos pero ella sigue a rajatabla la norma oscurantista del Gobierno del Ayuntamiento y, por lo tanto, ni ha contestado ni piensa contestar.
Uno de mis informadores me asegura que Mónica García Molina no contesta porque es una concejala bien mandada. Al parecer, quiere salvar su trasero como sea y no está por la labor de hacer nada que pueda herir algún tipo de susceptibilidad política en la segunda planta del edificio consistorial. Vamos, que tiene los datos pero que está más parada que un gato de escayola esperando que alguien, de los que mandan, le diga que los haga públicos.
Mónica lleva 12 años en el Ayuntamiento de Pozuelo. Cuatro de asesora y ocho como concejala y teme que le ‘vuelen’ la silla en las próximas elecciones. Y, salvo, sonreír, no hace nada por si acaso… Así me lo cuentan y así lo escribo.
¿Y qué se puede hacer para que los pozueleros conozcamos esos datos que, entiendo, serían muy buenos para calmar ansiedades y alarmas?
Nada. No se puede hacer nada. Ni siquiera pedirle a un grupo municipal que haga una pregunta en el Pleno del Ayuntamiento porque está demostrado cómo responde LA CONCEJAL DELEGADA DE MEDIO AMBIENTE… Así que Ajo y Agua.
En fin… que, parafraseando al poeta Bernardo López García, “Oigo, Pozuelo, tu aflicción / y escucho el triste concierto, / que forman, tocando a ‘muerto’, / el PP y la Adradós”
(El acento en ‘Adradós’ es, simplemente, una licencia poética que me he permitido para que rimase. Espero que no se me tenga en cuenta)
El Capitán Possuelo