Y el dolor quien se lo paga: Anticorrupción archiva la investigación sobre los contratos del hermano de Ayuso pero no se ve la fila de pendejos (con Casado y Egea) pidiendo perdón
La Fiscalía Anticorrupción ha archivado las diligencias de investigación que abrió para dilucidar si hubo delito en el contrato para la compra de mascarillas al inicio de la pandemia en China que la Comunidad de Madrid adjudicó a una empresa relacionada con un hermano de la presidenta de Madrid Isabel Díaz Ayuso y por el que habría cobrado 55.000 euros.
Menudo pollo montaron entre los paniaguados Pablo Casado y Teodoro García Egea (me dicen que ahora están viendo el frío que hace fuera de Génova) y la ultra izquierda madrileña, esa que entre ineptitud e impotencia política para combatir a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, viven de acudir a los tribunales contra ella. Hasta 20 veces la han denunciado y 20 veces ha resultado inocente.
El fiscal jefe Alejandro Luzón ha revisado toda la documentación aportada por los denunciantes –PSOE, Podemos y Más Madrid– hasta culminar la investigación. Y una vez practicadas las diligencias oportunas ha decretado el archivo de las actuaciones porque «no existen indicios suficientes para judicializar la causa».
Dicho esto, conviene recordar que todo partió de unos SMS anónimos que recibieron Íñigo Errejón y Mónica García. Manda güevos.
En los mensajes, el denunciante aseguraba que «la Comunidad de Madrid adjudicó un contrato de 1,5 millones para EPIS –equipo de protección individual– y mascarillas de Ifema» y que «no se había atrevido a poner en conocimiento de la Fiscalía tales hechos». Ese fue el primer mierda.
A su vez, el tipo envió un documento contra Isabel Díaz Ayuso al Partido Popular y que el tonto útil de la izquierda Teodoro García Egea filtró a la prensa y tanto él como Pablo Casado intentaron jugar sucio con la presidente de la Comunidad de Madrid. Y estamos ante dos más mierdas todavía. El documento era igual que los SMS de Más Madrid. Coincidían incluso en los errores. Ambos mensajes aseguraban que el hermano de la presidenta había intervenido en la adquisición de Epis y era más falso que un euro de chocolate.
Ahora, después del uso y abuso de las malas artes político-judicial, Anticorrupción sostiene que Ayuso no intervino en la contratación y que por tanto no hay caso.
¿Qué hacemos ahora con Casado y Egea, que se fiaron de un papel falso que les llegó al despacho para ir a la guerra contra el principal activo electoral de su partido?
¿Qué hacemos con PSOE, Podemos y Más Madrid, que son los que fueron al juzgado al calor de la trifulca en Génova?
¿Qué hacemos incluso con las páginas de periódico y con las horas de tertulia que le dedicaron?
¿Qué hacemos con esta forma de hacer política tan miserable?
¿Quién le paga ahora tanto dolor?
Sugiero que toda esa tropa de políticos menores de la ultra izquierda madrileña se ponga en fila (encabezados por los mandilones Pablo Casado y Teodoro García Egea) y empiecen a pedir perdón a Isabel Díaz Ayuso y a su familia.
Pero no los veo… ¿Dónde estáis, pendejos?
Entre cobardes y pusilánimes anda el juego…
No le deseo mal a nadie, pero espero que esta noche a unos cuantos se les aparezcan los fantasmas de su conciencia y no les dejen dormir por todo el daño que le han hecho a @IdiazAyuso, a su familia y a todos los que están a su lado.#QuePidanPerdón sería lo mínimo. No lo harán. pic.twitter.com/0gpt6wS1Se
— Ismael Sirio López Martín (@ismaelquesada) June 23, 2022
Iros todos un poquito a la mierda…
Juan Manuel Sánchez