La ‘médica y madre’ Mónica García no escarmienta: Acusa a Isabel D. Ayuso de hacerle «bullying político» y la presidente responde que «A la política se viene llorado de casa»

«No voy a agachar la cabeza ante su bullying político», ha lanzado Mónica García a Isabel Díaz Ayuso después de una enumeración de los calificativos, expresiones y conceptos que la portavoz de Más Madrid considera como una suerte de acoso contra su labor de oposición.
Ante las quejas, la presidenta de los madrileños ha elegido una expresión utilizada en el pasado por políticos de diversa índole e ideología: «A la política se viene llorado de casa».
A la política se viene llorado de casa. pic.twitter.com/gluJMEaKr4
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) May 12, 2022
La líder de Más Madrid ha querido seguir un orden alfabético para señalar los apelativos que ha usado Díaz Ayuso contra ella y que considera poco tolerables en una representante institucional:
“(Usted ha dicho) que estoy desesperada, que tengo la cara mustia, que sonría un poco más, que tengo cara de asquillo, que me hago tirabuzones peperos en el pelo, que si trabajo más o menos», son algunas de las expresiones que, según García, han empobrecido la calidad parlamentaria de la Asamblea de Madrid”.
Un momento «límite» para la líder de la oposición ocurrió la semana pasada cuando la presidenta dijo que su familia «no la soportaba» y que venía al Parlamento regional a «hacer terapia», algo que para García supone estigmatizar a las personas que requieren de tratamientos para su salud mental.
En este punto, le ha exhortado que abandone «el insulto» en las sesiones de control al Gobierno.
Ante estas críticas, Díaz Ayuso ha insistido en la confrontación: «Si no soporta quedar en evidencia un Pleno tras otro, haga como dicen los señores del PSOE. No digo que la cesen sino que sea sustituida por otro compañero que esté a la altura».
Para la presidenta de Madrid, el comportamiento de García «no es adulto» y le ha reprochado su bajo nivel político. Además de repetir el concepto sobre los llantos domésticos, ha querido dejar claro que «si no soporta la presión» otra persona podría asumir su trabajo de forma «gustosa».