Susana P. Quislant, abatida por la incertidumbre de su futuro, desaparece y ni siquiera se digna acompañar a los Reyes de España en su visita al centro de refugiados ucranianos de Pozuelo

Se veía venir desde hace mucho tiempo. El abandono, la desidia y la incapacidad con las que desde hace meses de la alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant está gobernando esta ciudad era un síntoma claro de que la legislatura estaba terminada. Se veía con nitidez que estábamos en los minutos de la basura política…
E indicaban que todo estaba acabado, primero el déficit de 2022 que produjo, en parte, su incapacidad para gestionar la pandemia y después el desastre que supuso su gestión de la nevada Filomena en la que su mala cabeza acabó con los ahorros del Ayuntamiento y mal vendió patrimonio municipal para no conseguir nada.
Mal debe venir la liquidación del presupuesto 2021 (se debería conocer desde el día 31 de marzo) cuando se está ocultando… Como pasó con el de 2020.
Pero si la cosa ya se veía venir mal y Quislant empezaba a ver negro su futuro, la dimisión de Teodoro García Egea y de Pablo Casado hizo crecer el problema exponencialmente… ELLA ya no tendría agarres en la 7ª Planta de Génova y eso le complicaba mucho la vida porque durante 8 años ha dejado muchos muertos en los armarios…
Pero ELLA aún confiaba en el Congreso de Sevilla. Quislant se mueve bien en el río revuelto y en los tiempos muertos de esas concentraciones… Pasó en su nominación en la pasada legislatura tras estar muerta y enterrada.
Pero pronto se dio cuenta de que era una “apestada política” y nadie la quería cerca… Y ahí se hundió… La que fue a Sevilla perdió su silla…
De golpe Quislant entendió que su mundo se había destruido y que ya solo estaba ELLA frente a su propia realidad. A su mediocre realidad. Y se hundió porque la cosa puede pasar de ganar 140.000 euros (junto a su marido) a la nada… Y eso era muy fuerte…
Y se encerró. Y mandó a Mónica García Molina a la constitución de la Red Madrileña de Ciudades Universitarias en la sede de la Comunidad de Madrid. No quiso asistir junto a otros alcaldes cuando Pozuelo es una ciudad universitaria por excelencia…
Y unos días después, la alcaldesa de Pozuelo se permitió el lujo de no asistir, como representante máximo de los vecinos, a dar la bienvenida a una delegación del Gobierno de Puerto Rico, en su visita a la electrolinera de la ciudad, algo de lo que puede presumir esta ciudad…
Está abatida. Ni siquiera ha sido capaz de ir al centro de refugiados ucranianos de Pozuelo para darles la bienvenida a esta ciudad en nombre de los vecinos, ya que es su máxima representante. La excusa es que ese centro es cosa de Pedro Sánchez y, además, no la avisó.
Puede ser verdad y no haber sucedido y ELLA, toda digna, aparentaba sentirse herida por el desdén del presidente. Mentira. Los políticos, por el hecho de ser políticos, tienen que desayunar todos los días un sapo para estar preparado para lo que venga… Y al que no le guste, que dimita…
Nadie está en política por obligación.
Quislant no ha ido a saludar a esa pobre gente porque ya no le importa nada la alcaldía. Y mucho menos todo lo relacionado con ella. ELLA está en otra cosa. Ni siquiera para realizar actos protocolarios… Aunque quienes estamos quedando mal somos los vecinos…
Y la prueba del nueve de este abatimiento se ha producido en esta Semana Santa. Aparte de no asistir a ninguno de los actos religiosos, el sábado pasado no tuvo la deferencia de atender y acompañar, como máxima representante de los pozueleros insisto, a los Reyes de España que vinieron a visitar ese centro de refugiados de Pozuelo…
ELLA tenía que haber estado allí. Por consideración a los Reyes. Por respeto a los vecinos. Por deferencia con los ucranianos. Pero no estuvo. Y eso que Sánchez no venía con la Familia Real. Era una oportunidad única. Noticia nacional. Le dio igual…
Pozuelo ha sido portada de los medios de comunicación de toda España pero la representación municipal brilló por su ausencia.
La alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant está abatida por la incertidumbre de su futuro y se escondió.
Sevilla la dejó malparada. No quiere más desplantes… No quiere más humillaciones. La reina de la desvergüenza, la mala educación y las humillaciones está ahora acobardada…
El karma siempre vuelve. Y más a castigar a las personas que tanto daño han hecho…
En cualquier caso, el problema es que Quislant ha perdido su dignidad política…
Si la dignidad es la cualidad que todo hombre y toda mujer tiene por el hecho de serlo y, en virtud de la cual, el resto de la humanidad le debe respeto… La dignidad política es, además de lo anterior, la que obliga a los políticos a saber llegar, saber estar y saber irse cuando llega el momento…
Le pasó a Pablo Casado…
Le está pasando a Susana Pérez Quislant…
Lo está sufriendo el PP.
Lo está sufriendo Pozuelo de Alarcón…
Anda y vete, Miravete.
El Capitán Possuelo