Dedicado a Quislant, Gil y Rodríguez: Narración en primera persona y en RRSS de un vecino que ha sufrido en sus propias carnes los problemas de inseguridad en la olvidada Cabaña
Esta es la narración, en primera persona, de un atraco sufrido por un vecino de La Cabaña y que ha publicado en las Redes Sociales.
Desde aquí se lo dedicamos a ese Trío de la Bencina que forman la alcaldesa Susana Pérez Quislant, el concejal de seguridad Pablo Gil y la Intendente Sonia Rodríguez y sus medias verdades sobre la inseguridad ciudadana en Pozuelo.
“Soy M. F. propietario de la casa sita en calle Zamora esquina calle Oviedo. Efectivamente, ayer hubo una intrusión en mi casa a eso de las seis y cuarto de la tarde en la planta superior a través de una ventana.
Se activo la alarma y los ladrones en el tiempo que estimaron que podía llegar la policía cogieron lo que pudieron, más bien poco, y se dieron a la fuga. Acudieron dos patrullas de la Policía Nacional como consecuencia de la llamada de la central de alarmas, que entraron en mi casa cuando llego mi hijo. Comprobaron la intrusión por la ventada de una de las habitaciones del piso superior de la parte trasera y los daños ocasionados…
Posteriormente, y a requerimiento de los primeros, acudió la policía científica, procedió a la toma de huellas y no encontraron nada significativo, pues llevaban guantes y calzado estándar.
Los intrusos entraron en la parcela por la fachada principal que da a la calle Zamora y salieron por el mismo sitio, cuestión bastante extraña pues a las seis y cuarto de la tarde la calle Zamora es una calle transitada por mucha gente que va a pasear los perros a Montegancedo.
La policía comentó que eran rateros corrientes no profesionales y que su modo de actuación es una intrusión rápida a los lugares donde habitualmente se guarda las joyas y una huida rápida intentando evitar encontrarse con los propietarios de la casa, porque un contacto con los mismos significa robo con violencia y cambia la pena.
Precisamente para evitar el contacto con los propietarios en mi casa desmontaron una puerta para utilizar de escudo para evitar el acceso a la segunda planta (todo esto según el criterio de la policía).
Eso os puedo contar.
Espero que el conocimiento del modus operandi, os sirva para evitar otros robos.
Saludos a todos”.
Y colorín-colorado, este cuento no se ha acabado…
Manolo Pérez