Pasen y vean la vergüenza ajena que produce la alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant blanqueando su pasado “casado-egeista” para ser ahora la persona más “ayusista” del mundo

Sabía que los políticos o, mejor, los malos políticos (los politiqueros del maestro Domené) eran pródigos al cambio de chaqueta… Pero también sabía que esos cambios tienen su “time”, que diría Vicky… Todo tiene su tiempo y cambiar de chaqueta también lo tiene… Salvo excepciones, claro…
Excepciones basadas en la desvergüenza, la desfachatez y el desahogo como es el caso de la alcaldesa de Pozuelo de Alarcón Susana Pérez Quislant…
Para esta mujer no hay tiempo que perder… Hay que cambiar de chaqueta ya. Cosa de vida o muerte.
Así que, presto, vayamos por partes que decía Jack El Destripador…
Empezaré recordando que Quislant llegó a Pozuelo de relleno. Era 2011. No era nadie y venía rebotada de la Agrupación del PP de Retiro.
(Nunca he sabido por qué no pone en su currículo que fue concejal de Tres Cantos)
El caso es que aquí, por su fama de malos modos, la pusieron en Patrimonio. Nada. Estaba solo para contar patos en el parque Alcalde Martín Crespo, en aquel tiempo, parque de La Minas.
En ese tiempo fue cuando entabló amistad con Isabel Borrego. Tampoco era nadie, Rajoy la llamó para ser Secretaria de Estado de Turismo. Dicen las lenguas de vecindonas que se debió a que su marido era y es Vicente Martínez Pujalte.
El caso es que esa amistad fue fundamental en su vida. De hecho, Borrego fue la consejera política de Quislant. Y rodando e insultado llegó a ganar la confianza de Paloma Adrados como Primera Teniente de Alcalde.
Con el tiempo, y tras la huida de Adrados, maniobró para ser alcaldesa y lo fue. La cenicienta se había convertido en princesa…
Su gestión en la legislatura 2015-19 fue penosa. No repetiría. Hubo, incluso, un conato de rebelión de los concejales con el apoyo de Génova. Pero Cifuentes cayó. Y cayó Rajoy. Y en el PP apareció un personaje bastante siniestro y maleducado llamado Teodoro García Egea. Curiosamente, muy amigo de Martínez Pujalte y de Isabel Borrego…
Tan amigo que fue Isabel la que hizo de celestina entre Egea y Quislant… Y Quislant volvió a encabezar la lista del PP para la alcaldía de Pozuelo, alcaldía que consiguió aunque perdiendo la tradicional mayoría absoluta del PP en Pozuelo…
Pero a ELLA no le importaba… Y nadie le pidió cuenta porque presumía de ser amiga de Teodoro…
Y de Borrego…
Llegó a presumir de que gracias a ELLA y a los votos de Pozuelo, Isabel Díaz Ayuso había podido ser Presidenta de la Comunidad de Madrid…
Como consecuencia de ese poderío en Génova, estaba protegida por Pablo Casado…
En Pozuelo iban las cosas muy mal pero ella presumía de su relación con el Presidente del PP.
Pero…
Pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida… Y aunque Quislant ya andaba preocupada porque sus protectores no le cogían el teléfono, Casado y Egea (y, consecuentemente, Isabel Borrego) fueron destituidos fulminantemente por jugar sucio contra Isabel Díaz Ayuso.
¿Y ahora qué?
Ahora, nada. ELLA se quedó colgando de la brocha…
Después de unos días de vino y rosas (no lo malinterpreten ya que es solo una figura literaria) Susana Pérez Quislant decidió cambiarse de chaqueta y ser más de Ayuso que nadie…
Y aunque la presidenta de la Comunidad de Madrid había venido recientemente cinco veces a Pozuelo y cinco veces la había ninguneado, a Quislant no le importaba y, si Ayuso necesita un felpudo, ahí estaría ELLA con su rebequita color hueso para lo que hiciese falta…
Lo que sea porque la perdonase… Porque le buscase algo aunque fuese lejos de Pozuelo…
Y, de verdad, la nueva táctica quislentiana produce vergüenza ajena…
El problema, su problema, es que están a punto de sonar las 12 de la noche y el encantamiento que la llevó de cenicienta a princesa se acaba… Y volverá a no ser nadie…
Y eso no puede ser. Incluso, parafraseando a Belén Esteban (otra cenicienta elevada a princesa), ELLA “mata”… Cosas de la dignidad política.
Lo que ocurre es que está ya muy calada… Y no cuela.
Me temo que lo tiene crudo.
El Capitán Possuelo