Manda güevos: La cacería contra Ayuso no ha terminado y ahora entra en acción la fiscal Sabadell (ya en Europa) en una nueva acción arbitraria, oscura y cercana a la parcialidad

Está visto que hay que acabar con Isabel Díaz Ayuso. Es la enemiga a batir. Pero enemiga a batir de Pedro Sánchez, no se entiende de otra forma. Pero como no pueden políticamente, la izquierda busca y rebusca judicialmente machacarla en una de las operaciones más vergonzosa de la Fiscalía española y europea.
Ahora es el turno de la fiscal Concepción Sabadell (la de los trajes de Francisco Camps e implicada en las escuchas del caso Gürtel que condenaron a Baltasar Garzón por prevaricación, aunque el Tribunal Supremo la salvó) la que ha entrado en juego. Parece que se aburre en su nuevo puesto europeo o vaya usted a saber qué o quién le sopla al oído…
El caso es que esta señora, no conforme con todos los pronunciamientos favorables de Fiscalía Anticorrupción y de la propia Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid, se quiere unir a la estrategia política desatada por los incapaces grupos de la izquierda madrileña (PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos) que buscan perjudicar políticamente con mentiras a Ayuso y hundir a su hermano y quede estigmatizado a pesar de su inocencia.
Manda güevos…
Con los escándalos judiciales que hay en España relacionados con el mal uso de los fondos europeos (palacio de Doñana entre otros) y el problema es el pago de un trabajo entre dos particulares…
Esto, señora fiscal, huele a actuación arbitraria y oscura y no responde, desde luego, al espíritu de imparcialidad que debería presidir la actuación del Ministerio Fiscal. Español, europeo y mundial.
La fuerza del odio hacia la persona que los derrotó de una forma tan clara como humillante parece insoportable para esta izquierda, posiblemente, la izquierda más mediocre del mundo. No les importa que Ayuso y la de su hermano tengan una trayectoria intachable y que su honradez haya quedado acreditada. Eso es lo de menos. Lo importante es tumbarla con juicios de telediario.
Resulta sorprendente que las contrataciones realizadas por el Gobierno de Sánchez-Iglesias hayan sido opacas, chapuceras y trufadas de amiguismo… Pero esas no provocan ningún interés en la fiscal Concepción Sabadell. Hay que condenar de telediario a Tomás Díaz Ayuso solo por ser el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es un escandalazo.
Tomás no es un empresario enriquecido al lado del poder socialista o que se haya beneficiado de contratos irregulares, es, simplemente, un comercial que ha dedicado su vida profesional al sector sanitario. No tiene nada que ver con los intermediarios que se han beneficiado de los contratos del Gobierno socialista-comunista durante la pandemia. Pero es culpable…
Aunque, de verdad, estamos ante una sucia estrategia antijurídica y partidista dentro de la cacería desatada contra Ayuso.
Todo es un disparate jurídico porque la tipicidad penal requiere que se demuestre la desviación y sustracción de los fondos públicos, algo que en el supuesto que nos ocupa no sucedió, pues la adquisición y suministro de las mascarillas objeto del contrato se produjo.
Y todo ello, sin olvidar, que hasta se cuestiona que, en la compra del material sanitario, se empleasen fondos europeos: El contrato fue adjudicado en abril de 2020, meses antes de que Bruselas aprobase los fondos Next Generation UE.
La utilización que está haciendo este gobierno socialcomunista de la Justicia empieza a ser intolerable.
Están utilizando las instituciones como su cortijo ideológico, mediante la designación de personas cuya imparcialidad está en entredicho con la pretensión de que instrumentalicen sus cargos con fines partidistas, quienes ponen en riesgo la neutralidad institucional.
Otra vez parece que hay que arrastrar las togas por el polvo… En palabras de Conde Pumpido cuando se hablaba de un alto el fuego de ETA:
«El vuelo de las togas de los fiscales no eludirá el contacto con el polvo del camino»
No tienen vergüenza.
Juan Pozuelo