Todo lo que deberías saber (y no sabes) sobre ARPO y el túnel previsto bajo la M-40: ¿Sabías, por ejemplo, que ese túnel ha de hacerse frente a la UFV y que ahí empezaron las trampas?

Dejamos el relato pasado en una reunión celebrada el 1 de diciembre de 2009 que tuvo lugar en el despacho del entonces arquitecto municipal y que terminó en los tribunales…
La reunión iba a ser aclaratoria ante el desconcierto reinante que había sobre el túnel bajo la M-40 del que habla el PGOU…
Realmente, el objeto de la reunión era exponer que el Plan Parcial de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) era el más avanzado y que por tanto los tres sectores debían firmar un plano de coordinación para que el citado Plan pudiera continuar con su tramitación.
La cara de sorpresa de los reunidos empezó a ser un poema…
El plano de coordinación reflejaba que el túnel tendría unos 35 metros de ancho ya que en él había el paso de una calzada, dos aceras, una vía pecuaria, un arroyo y el metro ligero. 35 metros.
Y, claro, la diferencia entre un paso subterráneo (8 metros) y uno de 35 metros como el descrito no era proporcional. Olía mal, incluso.
Y es que, conforme se incrementa la anchura de un túnel se complican exponencialmente las necesidades de cimentación, requiriéndose una estructura mucho más sofisticada.
Ante esta locura imprevista, algunos propietarios minoritarios afectados solicitaron un informe a un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, debidamente colegiado.
Y en el informe se les dijo que el coste de un túnel de 35 metros por debajo de la M40 podía superar los 20 millones de euros. Más aún, porque a este importe habría que añadir los costes de gestión y de coordinación entre los sectores, que como bien sabían, en Pozuelo suelen representar un monto sustancioso.
Lógicamente, los representantes de uno de los sectores se negaron a firmar semejante plano. Era evidente que dicho túnel excedía a las obligaciones contempladas en el PGOU.
La construcción de una obra de esa envergadura requería que estuviese definida, en sus determinaciones básicas, en el PGOU ya que, de otro modo, habría de ser objeto de un Plan Especial de Infraestructuras con su correspondiente proceso de tramitación administrativa.
De lo contrario, los propietarios afectados quedaban indefensos ante la imposición de una carga que no ha sido objeto de exposición pública.
Estaba fuera de toda duda, igualmente, que la construcción de un túnel de esa naturaleza, incluyendo el paso del arroyo, la vía pecuaria y un tren, no podía considerarse una carga necesaria para la conexión de los nuevos sectores a las redes de servicios e infraestructuras de los sistemas generales municipales, particularmente cuando el sector de Empleo I y el sector de Empleo II se encuentran dentro del perímetro de la M40 y, por tanto, perfectamente integrados en la trama urbana.
Se encontraron, por consiguiente, ante un caso de libro de lo que es un sistema general, cuyo coste ha de correr a cargo de todo el municipio y no de unos sectores en particular, tal y como había reconocido la jurisprudencia en multitud de ocasiones.
Incluso los propios responsables de la gestión municipal lo explicarían años después sin dejar lugar a dudas.
En 2016, la arquitecta municipal responsable del área de Planificación Urbanística de Pozuelo de Alarcón redactaría un informe indicando que la construcción del túnel era de gran interés para completar la infraestructura del viario de Pozuelo, dado que ello facilitaría, entre otras cosas, el acceso al campus universitario de la universidad Francisco de Vitoria.
Pero no solo a la Universidad Francisco de Vitoria sino a la Urbanización Las Encinas. Urbanización Las Encinas, repito, a la que ayer, precisamente, se le aprobó un proyecto de reparcelación en la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pozuelo… Puf…
Dicho de otro modo, el Ayuntamiento de Pozuelo quería que el túnel (que beneficiaba a la UFV y a la Urbanización Las Encinas) se prorratease su coste entre los otros dos sectores cuando era clarísimamente una obra del sistema general…
Y, claro, empezó el baile…
Continuaremos…
Javier G. Regalito