Quislant ha metido en un torbellino a la política pozuelera y el PP regional debería tomar medidas. Su deriva política ya es enfermiza y su situación es cada día más débil

La alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant, a fuerza de bandazos y sinrazones políticas, ha terminado metiendo a esta villa en un torbellino político. Sus alcaldadas han terminado convirtiendo a Pozuelo en un manicomio político y su situación política es, cada día, más débil. Tremendamente débil.
Incapaz de llevar a cabo su cuarta crisis de Gobierno en dos años, con el equipo de gobierno roto tras constantes humillaciones a los concejales, la situación política se le ha podrido entre las manos y el político más importante que tenía en su equipo ha terminado dimitiendo.
A la alcaldesa, supongo, le debe dar igual porque ella ya ha perdido la sindéresis política pero pienso que esa dimisión es la gota que colma el vaso de sus despropósitos altaneros.
Su escasa preparación para la alta política, su endeblez intelectual y, como consecuencia de ello, la exposición constante de su carácter endemoniado, circunstancia que ha desarrollado tras pensar que el mundo está contra ella, la ha llevado a una situación sin vuelta atrás.
Su actual deambular político en Pozuelo carece de sentido y mucho menos de sentido común. Y alguien del PP regional debería tomar medidas. Quislant dejará Pozuelo, políticamente, como un erial.
Pero vayamos por partes, que diría Jack el Destripador…
La dimisión de Félix Alba, aunque la alcaldesa y su equipo de ineptos quiera ocultar su trascendencia, ha destapado la sinrazón de su proceder.
No hay más que preguntar en el Ayuntamiento de Pozuelo para que te cuenten las razones y el contexto de dicha dimisión. Lo que viene pasando desde hace dos meses y lo que ha pasado esta semana en la reunión del Gobierno de Pozuelo con Enrique Ruiz Escudero, nuevo presidente de la Agrupación pepera de la villa y, en teoría, nuevo “Señor Lobo” enviado por la superioridad a Pozuelo, ya lo contó ayer, en este periódico, La Piraña del Meaques con pelos y señales.
Pero la señora alcaldesa, lejos de intentar controlar la situación mediáticamente, mandó hacer unas declaraciones sobre esa dimisión de Félix Alba (y que hizo públicas la agencia EFE) en las que intentaba justificar lo injustificable. Creo que ante tamaña barbaridad, alguien trató de retirarlas después pero eso es algo que no tengo contrastado. También pudo ser que alguno de sus adláteres, con esa política de ordeno y mando que se gastan, llamase a algunos medios para que no se publicase. Todo es posible en la viña Quislant.
La versión que daban en la nota, y que hoy publicamos, es infumable. No dice ni una sola verdad. Ni una. Bueno, una. Concretamente, que la dimisión de Alba tuvo lugar justo después de la celebración en la tarde del martes de la primera reunión del equipo de Gobierno municipal con el nuevo presidente del PP de Pozuelo y consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Es cierto.
Donde ya nos toma a los vecinos por tontos es cuando dice que, en esa reunión del partido, Ruiz Escudero explicó las nuevas líneas de trabajo y las incorporaciones al PP de Pozuelo, tras la cual el concejal presentó su dimisión para «sorpresa» del equipo y de la misma alcaldesa, Susana Pérez Quislant. No fue así. Enrique no habló en esa reunión más que lo justo. Los justito. En ella solo habló Quislant para resumir lo que había hablado con el propio consejero en una comida a mediodía. Ella fue la que les dijo que en un futuro no se contaba con ningún concejal. También lo contó La Piraña. La prueba de la comida previa es la foto que nos ha mandado un lector y que encabeza la columna.
La nota publicada por EFE no tiene desperdicio pero no me voy a entretener en ella. Solo la señalo ante el dislate y la falta de sindéresis que reina en la segunda planta de la vieja Casa de ejercicios. El que la quiera leer entera, que miré en la sección de noticias.
Todo es una locura, en definitiva, en el entorno de esta mujer. Si andará perdida que ni siquiera se cubre, políticamente, con una despedida de Alba agradeciéndole los servicios prestados…
Si andará perdida que la Oposición ya le ha perdido el respeto político y la acorrala en el Pleno hasta ponerla en ridículo… Si andará perdida que le preguntan por la persona que firmó un informe sobre la situación laboral de la concejalía de Familia (extrañamente, concejal del PP en Collado-Villalba) y ella, descompuesta, le echa la culpa a Diego de Aristegui, cuando todo el mundo sabe que desprecia al concejal de RRHH.
Si estará perdida que, si alguien no lo remedia (y me temo que no lo remediará “El Señor Lobo” porque no es precisamente el de la película «Pulp Fiction», éste es un político más parado que el caballo de un fotógrafo y Cristina Cifuentes está a otras cosas más importantes para su carrera política) la gran villa de Pozuelo terminará, insisto, como un erial.
El Capitán Possuelo