La efectividad de los test-covid de farmacia en plena lucha contra la quinta ola de coronavirus produce 749 positivos en sólo cinco días en la Comunidad de Madrid

La llegada de los test de autodiagnóstico de Covid-19, que se dispensan sin receta médica desde hace menos de 15 días, ha lanzado a muchos madrileños a las farmacias para, entre otros motivos, iniciar las vacaciones de una forma segura. Y, a la vista de los resultados preliminares que arrojan estas pruebas, demandadas desde hace meses por el Gobierno regional al central, su uso en la lucha contra el virus se antoja clave en plena quinta ola.
En los últimos cinco días, 749 personas asintomáticas han dado positivo a través de estos autoexámenes en la Comunidad de Madrid, según los registros del 900 102 112, el teléfono que la Consejería de Sanidad tiene a disposición del ciudadano para temas relacionados con el coronavirus, según ha podido saber EL MUNDO.
Ante estas cifras, la Consejería de Sanidad, a través de la Gerencia de Atención Primaria, ha establecido un protocolo para que aquellas personas que resulten positivas en estos test de autodiagnóstico sepan qué deben hacer. Así, de la mano de los farmacéuticos, cuando adquieran estas pruebas, recibirán información sobre cómo deben actuar en función del resultado que obtengan y los síntomas que presenten.
Desde que se permitiera su dispensación el pasado 22 de julio, estos test de antígenos de uso personal han tenido una gran demanda en la región, especialmente el primer día de su venta, cuando algunas farmacias se quedaron sin ellos en cuestión de horas, según apuntan desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).
«El primer día se agotó el stock y desde Cofares -la principal distribuidora de España- nos comunicaron que no iban a tener en cinco o seis días test en sus almacenes», indica Rosalía Gozalo, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COFM, quien explica que muchas farmacias, con el objetivo de satisfacer la demanda, buscaron «hasta debajo de las piedras» test homologados, adquiriéndolos directamente a los proveedores, motivo por el que, según añade, es casi imposible saber a día de hoy el número exacto de test que se han vendido en la región.
«Los primeros días fue una locura, la gente llamaba a todas horas preguntando por estas pruebas», dice la farmacéutica, que regenta una oficina 24 horas en Vallecas. «Recibí test de proveedores que no conocía y que me sirvieron hasta en sábado y domingo», añade a título personal.
Una avalancha inicial, como la que se dio con las mascarillas, que ya se ha normalizado y que, a su criterio, se produjo por tres motivos: la coincidencia con la quinta ola, que ha disparado el número de casos en la región; la no obligatoriedad de llevar mascarilla al aire libre, que ofrece más dudas a los ciudadanos; y el inicio de las vacaciones, momento en el que la gente busca relacionarse más, quiere ir a ver a sus mayores o asegurarse antes de salir de que sus hijos no han venido contagiados de un campamento de verano.