Preguntas tontas del día: ¿Sirve para algo mantener Telemadrid abierta? ¿Por qué no se cierra? ¿Cuál es el servicio público que rinde en la actualidad y por lo que se creó en su día?

El año 2021 ha comenzado sin que se haya firmado el contrato-programa para tres años que regirá el ente público Radio Televisión Madrid (RTVM) hasta 2023. Y eso es un problemón.
Desde hace tiempo, el sector popular del Gobierno regional está descontento con algunos aspectos políticos de esta televisión pública y entienden en algunos sectores de ese gobierno que no da a la presidenta Díaz Ayuso el tratamiento que considerarían adecuado. De hecho, la línea editorial de Telemadrid es claramente de izquierdas.
El otro sector del Gobierno autonómico, capitaneado por Ciudadanos, mantiene sin embargo mejor relación. Ignacio Aguado quiere que lo saquen muchas veces en la tele porque los naranjas van a la deriva y lo va a necesitar.
En este contexto, se han cruzado muchas acusaciones en las últimas semanas sobre las dificultades que algunos ven en la marcha económica de la televisión, por lo que se ha entendido en ocasiones como asfixia intencionada por parte del sector pepero del Gobierno hacia la televisión autonómica.
Cosa, dicho sea de paso, que no sería de extrañar porque los medios de comunicación públicos solo entienden de gastos y ante eso se cuadran. Pasa en todos.
(A veces me pregunto si Telemadrid no tiene una doble financiación que lo convertiría en ilegal)
El caso es que al director general de RTVM José Pablo López no le llega la camisa al cuello porque el dinero se acaba. Los grandes contratos (en general a profesionales en retirada) hay que pagarlos y, neviosete, asegura que ya ha trasladado a la Comunidad de Madrid un borrador del contenido y renovación del contrato-programa previsto para el periodo 2021-2024, para el que todavía no ha habido acuerdo y en el que, entre otros aspectos, piden estabilidad para su plantilla.
Esto de la estabilidad de la plantilla es otro clásico de los medios públicos. No se la juegan por audiencia como los demás profesionales en las demás televisiones o radios, lo que quieren es el puesto fijo. Normalmente es otra exigencia sindical (de izquierdas)
En la Comisión de la Asamblea de Madrid sobre el ente, López ha remarcado que no se busca «cerrar cualquier documento» sino «sentar las bases de la empresa» de cara al futuro con ejes como la digitalización o la mejora de la productividad. En este último caso entiende que sería necesario la citada estabilidad ya que un 50% de los trabajadores del ente tienen «contratos temporales».
Lo dicho más arriba.
Pero, llegado a este punto, la pregunta del millón es: ¿Qué Servicio público lleva a cabo Telemadrid en este momento para tener que asegurar el futuro de su plantilla?
Porque está muy bien eso de que hay que reforzar la función de «servicio público» a través de la innovación y la transición a una compañía «plenamente digitalizada» a través de una «cultura del proceso», una cuestión que cree «inevitable» y que genera «beneficios internos y externos» como una organización más eficiente o una mayor satisfacción de los profesionales.
Está muy bien, insisto, pero señor López ¿de qué Servicio Público habla?
¿Qué hace Telemadrid que justifique su existencia basada en ese Servicio Público?
Porque RTVM nació para llevar a cabo un servicio público (Comunidad de Madrid como identidad propia e información de la Región en busca de su propia transversalidad). Unos concepto que ahora ya han caducado.
(La Comunidad de Madrid está perfectamente identificada y la diversidad de los nuevos medios de comunicación personalizada ya cubre el otro servicio público primigenio)
Es más, ya no tiene ni rentabilidad social porque cada día intenta más parecerse a una radiotelevisión convencional y, extrañamente, muy politizada.
Creo que es el momento de cerrar el ente. No merece gastar ni un euro.
Manolo Pérez