La sonrisa de Susana Pérez Quislant, la tristeza de Pozuelo; el cese de Cayetana Álvarez de Toledo, la alegría del socialismo. Como siempre, el que de verdad pierde es el ciudadano

La liquidación de Cayetana Álvarez de Toledo, estilete intelectual-ético-moral contra el gobierno social-comunista y contra todo el maricomplejismo pepero, nos recuerda que Pablo, Pablito, Pablete (máster incluido), no deja de ser un fiel clón de esa derecha cobardica y acomplejada, apoyada en los Teodoros de siempre y que la “guerra” con la exvicepresidenta Soraya (la del “regalo” de la Sexta), hoy en funciones privadas, al fin y al cabo no fue más que un recurso artificial para, haciendo lo mismo, trasladar que podían ser diferentes.
Dicen las malas lenguas que este triunfo del padrino de nuestra alcaldesa -Teodoro…- fue celebrado con fuegos de artificios por la familia Quislant porque, visto cómo va quedando nuestra Expaña, gracias al gobierno social-comunista y al virus de Wuhan (sin desmerecer la labor de la oposición, cada día más “oposiamigos” u “oposilelos”), el que siga tu mecenas al frente de la armada azul, tranquiliza a cualquier familia, y en este caso que nos atañe, el matrimonio pasta en los prados de la gaviota.
No es un buen presagio para el futuro de nuestra villa este triunfo murciano, decaídos en medio ambiente, el paro en crecimiento, perdidos en seguridad, olvidados en inversiones, siempre tenemos que presumir de lo único que no depende de nosotros; esa renta que nos aúpa al primer puesto, hasta que los de La Finca se vayan con su pasta a otra parte y nos dejen colgados y sin liderazgo para presumir.
Este cambio nacional, acelerará la vuelta de vacaciones de Susana, para que la pillen en la Casa Rosada siempre dispuesta a poner buena cara con sus padrinos y “cubrirse” de sus desencuentros con la presidenta Isabel, aunque visto cómo se las gastan en el PP, seguro que la Sra. Ayuso -¡el miedo guarda la viña!- suavizará sus porqués con nuestra ilustre alcaldesa.
Me temo que tendremos “Quinslantismo” para rato en nuestra villa. Con la Oposición desaparecida y los Vecinos sin emerger, en tales circunstancias, seguiremos paso a paso en retroceso hasta conseguir ser ejemplos de la nada.
Es lo que tiene votar de oídas, que luego nadie te escucha.
Alejandre