Cuando la caja se agota como se ha agotado en el Ayuntamiento de Pozuelo, sólo queda la huida: ¿Hacia dónde dirigirán sus pasos los actuales ganapanes del PP y sus Oposiamigos?

Mientras Expaña sigue su camino hacia la autodestrucción con un gobierno amigo de filoterroristas y dictaduras comunistoides llenas de maletas que van y vienen, siempre cargadas de billetes, siempre compradoras de voluntades; con una oposición que sólo entiende de cainismo, envidia y miserias, pensando en una herencia que caerá cuál fruta madura, aunque podrida.
Mientras eso pasa, en nuestra ciudad acabados los dineros, gracias a la mala gestión y el despilfarro, todo el mundo piensa en salir corriendo, aunque las metas sean distintas.
Nuestra Susana, primera dama, tan cerca de Teodoro como alejada de Ayuso, no encuentra fuerzas para seguir “achicando” Pozuelo y buscará ubicación más cerca del Mediterráneo, buen clima, buen arroz, que tiene que ser doble porque el consorte va en el juego.
Seguro que, entre los dos, recordando a Sabina, se ocuparán del mar, aunque no sé cuál vigilará las olas, trabajo arduo, cuando ambos sólo están dispuestos a controlar la marea.
Del cuñado de mi cuñado, Damián Macías, compadre presupuestario del PP para el 2022, salvo que retorne Rivera protegido por Casado, más allá de las filas del paro político, poco se podrá esperar. Tanta gloria lleve, como paz deja en nuestra villa que no ha sido capaz de distinguir…aún.
Qué decirles de Ignacio Fernández, ahora que acababa de recibir las primeras lecciones de oratoria y discursos y, tras la inefable Pérez-Quislant delegar en él la Presidencia de la Comisión Informativa de Urbanismo, parece que se enteran en Madrid que esto está hecho unos zorros y dónde había esperanza, sólo encontrarán bochorno, hastío y venga otra de rotondas para La Estación…
Milagro será si entra dentro de la próxima quiniela local en algún puesto factible de alcanzar el acta de concejal.
En cuanto a Bascuñana, uno de los pocos que conocía la función municipal y la villa, su paso por el segundo mandato Quislant, con la oposición en mayoría, ha sido frustrante y descorazonador, no lo salva ni la cuartilla que mensualmente escribe en la gacetilla del PP (Vive Pozuelo) razón suficiente para que deje el cartel y se busque nuevas aventuras por la calle Ferraz, como afiliado modelo en una plaza a la que llegó para hacerse ver y ha acabado como estatua de sal.
De Patricia Cabal recordar, por ejemplo, su denuncia por la situación de abandono del Parque Adolfo Suárez siendo loable, no significó más que hacerse eco de lo trasladado por El Correo de Pozuelo y muchos vecinos con anterioridad.
Finalmente, nuestro concejal no adscrito, Adolfo Moreno… Ay. Se quedó sin partido, sin emolumentos y con toda seguridad, sin futuro político y sin puerta a dónde acudir.
Vendrán caras nuevas, no sé qué ideas traerán pero ya se encontrarán una villa con retraso y deudas y una ciudadanía cansada de tanto pseudopolítico que lo único que ha visto es cómo a final de mes se llevan la nómina que tan graciosamente, nuestra dadivosa alcaldesa, acordó con todos.
Y Melgarejo sigue en la Corporación Municipal para bochorno de todos sus miembros y de los ciudadanos que lo pagamos.
Alejandre