En el adiós de C’S (también en Pozuelo): De la derecha centrada a la derecha civilizada y del que llegó a la Villa para alcalde y finalizará en el paro, por falta de crédulos en el color naranja

Que el mayor éxito de C’S (victoria en las elecciones catalanas) sirviese para que Inés, cual Mariano cualquiera, se negase a presentar investidura y se viniese a Madrid, formalizando el primer paso para el finiquito de un proyecto que empezó por la libertad y la desnudez (aquella foto de Alberto Rivera) y acabó con el apoyo, esta semana pasada, al gobierno social-comunista en este enclaustramiento que llaman: Estado de Alarma.
Que el virrey de Galapagar (Pablo Iglesias) pendiente de asumir su responsabilidad en los miles de nuestros mayores fallecidos en nuestras eutanásicas-residencias de toda Expaña, como responsable de las mismas, haya descosificado a C’S y, tras su apoyo, denominarlos: “civilizados” es todo un síntoma para el amigo y consultor de Maduro.
No menos grave, parece, que el centrado PP de Casado se abstenga -estado de alarma- es lo que tienen los complejos, tras decirles que con el gobierno actual ni a tomar un café. Y en el pecado de ambos tuvimos la penitencia los ciudadanos de Pozuelo, por seguir en el punto cero de la “normalidad” actual, teniendo que escuchar a la pareja, años atrás de Tania, hablando de responsabilidad y víctimas futuras.
Ellos son los del 8M, ellos son los de mascarillas no, ellos son los del fúnebre Simón con “dos o tres casos a lo sumo”.
Y aquí, en nuestra villa, sigue la vida sin nada nuevo, salvo que Damián y sus naranjas, tras el paso en falso de Inés y los propios locales, tienen menos futuro que la democracia en China.
Tuvo la oportunidad de dar un paso al frente en el Pleno Extraordinario que sirvió, finalmente, para entregar armas y ponerse a disposición de la condescendiente Susana y tienen tal confianza, sus jerarcas madrileños, en su persona que cuando se le invita a explicarse, justificándose en el Aguado de turno, excusa presencia y oportunidad, para regocijo de sus enemigos internos, a los que nada quedará.
Sin duda, son tan educados como prescindibles y esa será la razón final, para tras un nacimiento por el este, parafraseando a la Sra. Ribera, se los lleve la misma pandemia que anuló UPyD: egos e infiltrados, sin haber alcanzado nunca el occidente expañol.
El naranja, sin duda, ya no es un color y en nuestra villa empezó con la caza de Miguel Berzal y acabará con el madrileño Damián, que llegó para alcalde y finalizará en el paro, por falta de crédulos en el color.
Volvemos a la casilla de salida: más Susana, menos Pozuelo.
¡Qué habremos hecho para merecer tal cosa!
Alejandre
PD: Como en cada ocasión, nuestro recuerdo y respeto por los fallecidos del COVID19 y nuestro acompañamiento y afecto a sus familiares y próximos.