Ignacio “porqueyolovalgo” Aguado vive para ser el niño en el bautizo y el novio en la boda sin darse cuenta de que ya es el muerto en el entierro. No para de hacer el ridículo
¿Se acuerdan de aquel famoso eslogan de L’Oreal porque yo lo valgo? Pues ese parece ser el lema de vida del jactancioso vicepresidente del gobierno de la Comunidad de Madrid. Aunque más que un lema de vida, en Ignacio Aguado el porque yo lo valgo es algo incrustado en su cerebro a base de repetírselo todas las mañanas delante del espejo del baño.
Y ya saben aquello de que una mentira mil veces repetida…
La semana pasada el vicepresidente Aguado se presentó en un acto de la presidenta Díaz Ayuso “sin avisar”.
El acto consistía en la presentación de la tercera hora de educación física en los colegios. Era por lo tanto un acto convocado por la Consejería pepera de Educación y a él acudieron el consejero responsable de la cosa, Enrique Osorio, y la presidenta de la Comunidad Isabel D. Ayuso con ropa deportiva y camisetas con la leyenda tercera hora.
Y como una de esas “canaperas” que van a las inauguraciones a meter codo y comerse la croqueta, allí se presentó Aguado, con cara de ajo y traje de sastrería.
Llevaba camisa blanca, sin eslogan ninguno, ni siquiera el de porque yo lo valgo, pero total ¿para qué? si ya lo lleva escrito en la cara.
El problema es que a fuerza de querer ser el niño en el bautizo y el novio en la boda, no se ha enterado de que ya es el muerto en el entierro.
Dracarys