Por el amor de Dios, que Ciudadanos cambie mañana en el Consejo General porque, de no hacerlo y no cambia nada, estaremos “jodidos” ya que el partido pondrá rumbo al desastre
Estimado Capitán, soy un afiliado de base a Ciudadanos de Pozuelo y aunque sé que El Correo de Pozuelo no trata temas nacionales, le escribo estas líneas para hacer una pequeña llamada a los dirigentes del partido naranja para que hagan un esfuerzo y cambien el rumbo que nos lleva al desastre… Andamos muy “jodidos”.
Espero, de nuevo, de su comprensión…
Y es que todo empezó mal. Dicen que el pequeño grupo de dirigentes que en Barcelona crearon Ciudadanos hace unos 10 años cuenta, sin rubor, siempre que surge la conversación (a modo de advertencia y amenaza) que “este partido lo hicimos nosotros y no nos lo vamos a dejar quitar “.
Y la verdad es que la frase más allá de lo que tiene de patética, de pobre, de mezquina, se está cumpliendo en toda su expresión:
Nula autocritica de los dirigentes por el desastre electoral , los mismos cuadros en los mismos puestos con los mismos defectos, asambleas territoriales donde los militantes enfurecidos les trasladan sus quejas y les entran por un oído y les sale por el otro , insistencia en el voto telemático cuando ya nadie se cree los resultados que emanan de los mismos, una gestora continuista donde resulta increíble que la formen los que han sido parte del problema y ahora se arrogan la capacidad de ser parte de la solución.
Es cierto que nos queda la esperanza de Inés Arrimadas, único salvavidas donde agarrarse para intentar sobrevivir en las turbulentas aguas de la política española. Pero, hasta donde se sabe los hechos es más de lo mismo, no se sabe si por temor, por complicidad o por prudencia, parece secuestrada por la gestora. Y, ojo, si no hay cambios significativos puede acabar igualmente hundida con los dirigentes que están en camino de tirar por la borda, la ilusión de decenas de miles de afiliados y la de millones de españoles que vieron en el proyecto una alternativa al bipartidismo y una buena herramienta de regeneración política en España, una vez más gracias el centro.
Una gran idea en manos de unos mediocres y egoístas dirigentes.
Verá, usted: Si no se permite el voto presencial (en urna con interventores, con recuento inmediato de las papeletas, con luz y taquígrafos) el sistema seguirá bajo sospecha.
¿Quién puede estar tranquilo después del pucherazo de Valladolid y tres procesos electorales internos judicializados?
Si no se permite elegir libremente a los compromisarios, que vayan al futuro Congreso en marzo/20 , en listas abiertas sin etiquetas previas, con las mismas reglas de juego y oportunidades para todos y garantizando la pluralidad de opiniones en el futuro congreso, la cosa pinta mal.
Si no se garantiza el adecuado funcionamiento de las estructuras territoriales, de la Comisión de Garantías y Disciplina, si no se permite la participación de los afiliados en grupos de trabajo efectivos, si no se responden en tiempo y forma a sus quejas y sugerencias, si no se abandona la política sistemática del dedazo y del amiguismo que se ha capitalizado por todos los comités autonómicos, ¿qué queda de aquel ilusionante Proyecto de Ciudadanos?
Si no se recompone el partido, los escasos afiliados que quedan aún huirán en masa y entonces podremos hablar de un partido zombi con más o menos 3.000 afiliados que solo serán los cuadros institucionales y las Juntas Directivas de las agrupaciones que sobrevivan.
Y con ese partido prácticamente inexistente, alguien piensa que se van a poder afrontar en 2020 las citas autonómicas en el País Vasco y en Galicia (donde no se pinta nada) y una más que probable en otoño en Cataluña, donde definitivamente puede ser la puntilla al proyecto.
Las soluciones son simples:
Que los nuevos dirigentes inviten a los que han llevado al partido al desastre a buscar trabajo en la sociedad civil y regenerar la dirección. Seguro que los señores Villegas, Hervías, Cuadrado y compañía encuentran algo en vez de seguir estirando como ellos dicen “su invento”.
Que se establezca un proceso limpio y transparente para el próximo Congreso para evitar a toda costa que haya vencedores y vencidos (una vez más y aquí también) y que el partido se vuelva a reconocer como nació, a saber: centro liberal y reformista que resulte útil a los españoles.
Mañana sábado hay un trascendental Consejo General para comprobar quienes quieren seguir viviendo del invento o si hay dirigentes y cuadros que inicien un camino con voluntad de cambio para la supervivencia del partido…
Ruego a Dios que Ciudadanos sea capaz de cambiar mañana, en el Consejo General, porque, de no hacerlo y no cambia nada, andaremos “jodidos”, ya que el partido pondrá rumbo al desastre
Muchas gracias.
Juan N. Pozuelo