Pasen y vean cómo el Director General de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Pozuelo ha pedido compatibilidad, como veterinario que es, para la revisión de reses en eventos taurinos, mientras Jesús Flores mira al tendido. El relajo llega a extremos insostenibles
Hay veces que las situaciones que se producen en el Ayuntamiento de Pozuelo, me sobrepasan…
Son superiores a mis fuerzas. O yo ya no entiendo nada…
Ayer me dijeron que el Director General de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Pozuelo (repito, el Director General de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Pozuelo) Óscar García Argumosa ha pedido compatibilidad, como veterinario que es, para la revisión de reses para eventos taurinos y mañana miércoles se va a aprobar en la Comisión informativa permanente de Reglamentos y Normas.
Y digo que se va a aprobar porque el hombre es veterinario, tiene derecho y el PP tiene mayoría absoluta.
Pero, vaya, a mí me parece una broma de mal gusto. El señor García Argumosa es el Director General de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Pozuelo y si le gusta revisar reses bravas en eventos taurinos debería haber elegido muerte… Porque ganar, gana una pasta.
Y el Ayuntamiento de Pozuelo debería exigirle, por decencia profesional, tener la cabeza en los problemas de la Corporación, que son muchos y muy graves, que para eso se le trajo.
Así, luego, pasa lo que pasa…
Y voy a poner un ejemplo:
Me cuentan que hay personas contratadas a través de empresas, que han ganado concursos de externalización de servicios, que llevan varios meses trabajando 300 horas… 300 horas mensuales…
Y el responsable del servicio del Ayuntamiento de Pozuelo don Jesús Flores mirando al tendido por aquello de que estamos hablando de toros…
¿Se está consintiendo en el Ayuntamiento de Pozuelo que se explote a los trabajadores con discapacidad?
Si es así, es explotación, Argumosa…
Podría contar mil problemas más… Pero a don Óscar García Argumosa, como le gustan los toros, quiere irse unos días a revisarlos en alguna feria taurina…
No es serio…
El relajo llega a extremos insostenibles… Qué falta de respeto…
Juan Manuel Sánchez