Soy mujer y no consiento que nadie me dé lecciones de igualdad. Creo en la igualdad real. Pero no quiero que se me meta en un conjunto en el que el género esté por encima de las personas

Y mañana, como todos los 8 de marzo desde 1975, celebramos el Día de la Mujer. Y ya empiezan todos los partidos políticos a ponerse medallas. A ver quien defiende más y mejor al género o a las mujeres y a ver quién es más “feminista” que los demás.
Amigos, soy mujer. No soy un género. No quiero que se me meta en una generalidad en la que se pierda el concepto individual y mi libertad, donde el género esté por encima de las personas.
Soy mujer. Y soy persona. Y quiero igualdad. Creo en la igualdad real. Y no quiero que nadie hable por mi, ni me compadezca por ser “femenina”, que no feminista, y que nadie me “premie” por el mismo motivo.
Soy mujer. Y creo en la libertad. Y lo único que ansío es que se fomente la libertad para que yo pueda seguir creciendo y mi hija, mañana, pueda competir laboralmente en condiciones de igualdad con otros hombres y mujeres.
Soy mujer. Si, y muy orgullosa de serlo. Tanto que mi condición de madre es lo único que he tenido que conciliar para seguir avanzando profesionalmente. Ahí es donde tienen que hacer los poderes públicos. Hacer y no decir.
Soy mujer. Perdonad que sea tan pesada. Y como mujer, quisiera que la igualdad fuera una suma de todos y no una política de enfrentamientos entre los hombres y mujeres. Porque solo juntos, podremos avanzar.
Sí, soy mujer. Y condeno firmemente la violencia contra las mujeres, como cualquier tipo de violencia. Porque la violencia en sí misma es condenable. Pero si además, el motivo de la violencia se basa en que la víctima es más débil. Mucho más. Y esto pasa con las mujeres, los niños o las personas mayores o con alguna discapacidad.
Soy mujer. Y defiendo el derecho a la vida. Y como estoy convenida que el derecho a la vida está por encima de cualquier derecho, incluso el mío propio a decidir sobre mi cuerpo. No defiendo el aborto como una decisión de la mujer por el hecho de serlo.
Así que, amigos, así soy yo. Una mujer que no quiere que nadie se adueñe de un término en base al género. Me gustaría que se demostrase el apoyo político a todas las mujeres con acciones y no sólo con principios.
Mirad. He descubierto que Ciudadanos ahora se declara “feminista liberal”. Presentando esta semana un decálogo de intenciones como si hubieran descubierto la pólvora. Sin comentarios.
Con todos mis respetos, ni es nuevo ni aporta más que el titular y la foto a la política actual. Y eso me entristece enormemente. Y me sigue confirmando que los de Rivera y Arrimadas solo están en política para vivir de todos nosotros y hacerse la foto, sin mojarse jamás en nada.
Luego está la otra izquierda, la radical. A esos sólo puedo decirles que lecciones de igualdad NI UNA. NI UNA SOLA.
Y así uno tras otro. Sinceramente, no me gusta que nos utilicen para una foto, un titular, un tuit o para ver quién “la tiene más larga”, y disculpad la expresión.
Como mujer quiero acciones. Iniciativas. Ejemplaridad. Y, creo honestamente, que el Partido Popular es el único que ha defendido con acciones, ejemplaridad e iniciativas, la igualdad real y a las mujeres.
Pero como el Día de la Mujer es mañana. He pedido Al Capitán Possuelo que me permita dividir en dos mi artículo. Y me lo ha permitido.
Hasta mañana…
Muchas gracias.
Yolanda Estrada