Al final no pasó nada en River-Boca y todo fue maravilloso como no podía ser de otra manera. Aunque el farol de Sánchez y el favor de Pérez nos han costado casi un cuarto de millón de euros

Poderoso caballero don dinero decía Francisco de Quevedo, una de las plumas insignes del Siglo de Oro español.
Cinco siglos después tal afirmación sigue vigente porque el poder del dinero trajo a Madrid el segundo partido de futbol de la Copa Libertadores que debió jugarse en Argentina con todo la expectación posible dado que los finalistas eran Boca Junior y River Plate dos equipos de la capital metropolitana, Buenos Aires. Al final, como todo el mundo sabe, ganó River que administró mejor sus posibilidades.
Pero nadie en Argentina quedó conforme con que el máximo duelo bonaerense se jugara en Madrid. La afición se quedó sin su fiesta después de unas semanas de indecisiones con la CONMEBOL, organizadora del torneo vendiéndose al poder del dinero. El escenario era lo de menos porque se hubiera jugado en Madrid o el cualquier otra parte del mundo.
Después de que Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno español, ofreciera Madrid en la Cumbre del G20 para jugar el partido, Florentino Pérez, Presidente del Real Madrid, tomó la iniciativa ofreciendo el Bernabéu.
(Según Vozpópuli, el Gobierno argentino emitió, dos días antes del anuncio del partido, un decreto que protege de la devaluación del peso a Abertis, participada por la constructora ACS del presidente del Madrid)
A Florentino y a la ciudad de Madrid le ha venido muy bien ya que la ciudad de Madrid ha registrado ingresos superiores a sesenta millones de euros y el mejor spot publicitario posible en el mundo.
Otra cuestión es quien corre con los gastos de seguridad de los cuatro mil agentes policiales y los dos mil miembros de seguridad privada.
El futbol es negocio y espectáculo privado. Y como tal, pone a la venta entradas que revierten en compensación de gastos y en beneficios. Pero las Fuerzas del Orden Público cobran del Estado español, es decir, les pagamos los españoles. El despliegue policial ha supuesto un coste de más de 240.000 euros. Cómo se justifica éste gasto…
¿Irá como tantas veces a fondo perdido?
En cualquier caso ha sido un despliegue de seguridad exagerado. En Madrid no iba a ocurrir lo de Buenos Aires porque Argentina fue incapaz de montar un dispositivo de seguridad solvente. Y evitaban un grave problema.
Por cierto que uno de los espectadores de excepción que acudieron al Bernabéu fue Leo Messi. Ese jugador del que dice Pelé que sólo tiene una pierna, un solo regate y que no cabecea. Pero que el sábado, en el partido contra el Español, dejó constancia de que hoy por hoy es el mejor futbolista del mundo, como reconoce la prensa mundial.
A pesar de haber quedado en un quinto puesto en la elección del Balón de Oro…
Dicen que porque la mano del Ser Superior es larga…
José Antonio Rosa