“La Historia de Cataluña que no se cuenta”, el libro de Domingo Domené que desmonta las medias verdades en las que vive el independentismo catalán

Finalizada la II Guerra Mundial, George Orwell en un análisis de las causas que la habían originado publicó (octubre de 1945) el breve ensayo «Notes on Nationalism» en el que demuestra, que la Historia contada por los nacionalistas es siempre una ocultación o manipulación de la verdad.
El sentimiento nacionalista -irracional como todos los sentimientos-, ha degenerado en fanatismo, un fanatismo que en Europa en general y particularmente en España ha sustituido al fanatismo religioso que tanta sangre hizo derramar, e incluso sigue derramando en otros lugares del mundo.
Tal como decía Orwell, los fanáticos nacionalistas se esfuerzan en reescribir y falsear la Historia. Repasando las historias que nos cuentan vemos que más graves que las mentiras (que los mentalmente equilibrados no creen o ponen en duda) son las medias verdades porque no se pueden desmentir y no siempre son fáciles de completar.
En este aspecto de mentir o decir medias verdades son maestros los cataluñeros (quienes de su presunto amor a Cataluña han hecho una profesión de la que viven).
Ejemplo de mentira: El Quijote se escribió en catalán.
Ejemplo de media verdad: A Barcelona se le negó el comerciar con América. Esto es media verdad porque a todos los puertos españoles, salvo al de Sevilla (Casa de Contratación), se les negó ese permiso.
En este libro “La Historia de Cataluña que no se cuenta”, no se hace una historia de Cataluña, sino que se trata de demostrar que las medias verdades más divulgadas de los cataluñeros son intentos de ocultar la verdad auténtica con el fin de hacerse las inocentes víctimas de una persecución que nunca existió y por la que exigen, como cualquier víctima real, una justicia a su medida y una reparación (a ser posible económica porque las penas con pan son menos) que les permita seguir viviendo mejor que los demás sin esforzarse más que ellos.
¿Puede que el victimismo catalán, génesis del injustificado descontento de algunos catalanes, sea algo propio de la naturaleza de tales cataluñeros?
No lo creemos, pero sí estamos convencidos de que es fruto de la manipulación de la Historia. Hace siglos que muchos cataluñeros se dieron cuenta de que se saca más de pedir que de dar y que de esa forma, en pedir y recibir beneficios en exclusiva, Cataluña puede convertirse en la región privilegiada no sólo de España sino de Europa.
En el libro “La Historia de Cataluña que no se cuenta” se da una especial importancia al victimismo catalán surgido de la manipulación, e incluso falsificación de los decretos de Nueva Planta derivados del final de la Guerra de Sucesión, que desde el surgimiento del nacionalismo en el siglo XIX han regulado las beneficiosas relaciones de Cataluña con el resto de España.
Domingo Domené