El ciudadano y la autoridad frente al espejo de sus deberes… y derechos. Pozuelo Estación no puede ser una excepción y lo es porque, poco a poco, se está convirtiendo en un barrio-selva

Ahora que ya sabemos que al disponer de un “doctorado amigable” las normas son las que uno proponga, fruto de esa sapiencia y poderío que te dan los “CumFraude” y que tan bien representados hemos visto en la recepción palaciega del día del Pilar, es un buen momento para dejándonos de mirar el ombligo, merezcamos, por mor del ejemplo diario, condición y bendición de ciudadanos.
Quiero pensar que, aunque solo sea por los últimos incidentes acaecidos en este barrio de Pozuelo, nuestra egregia alcaldesa y su equipo de gobierno, habrán podido observar el movimiento diario que se genera alrededor de nuestra estación del tren.
Ayuda al bullicio generado no solo los dos supermercados que, bendicen todos los usuarios del transporte público ferroviario cada vez que han olvidado refrigerio necesario y al retornar de su cita laboral diaria, encuentran solución para casa, sino y tan importante, los fines de semana para muchas familias, el establecimiento que nos llena de humo, olores y suciedad a los residentes, pero satisface por igual con sus porras y churros a grandes y pequeños.
Como quiera que somos, en general, de poco andar y de mucho aparcar “encima de donde queremos ir”, a la altura del número 6 de la Carretera de Húmera y en el espacio protegido para las personas que no disponen de la movilidad suficiente para manejar un auto, se encuentra un reservado aparcamiento, con su señal incluida: mínimo y justo… patético para su utilización.
Y sí, querido lector, la señal es clara y todos la conocemos, muchos de nosotros, incluso, tenemos familia y/o amigos que necesitan de ella y que gracias a las mismas pueden desarrollar una vida, un poco, solo un poco más cómoda, pero ya se sabe…, mal ejemplo para la disculpa de la prisa y del estómago.
Qué decir, para la coletilla que todo justifica: ¿sólo son cinco minutos?…y el consiguiente, al reprender la acción por un afectado o por el cívico conciudadano, no alcanzo a imaginar si fuese al agente de servicio …: ¿Acaso vd. no lo ha hecho alguna vez?. Por supuesto, sin ponerse colorado y lleno de “sinrazón”.
En los días de diario… siempre hay coches sin el distintivo que otorga el derecho a su uso correspondiente, pero los fines de semana, particularmente los domingos es parada habitual de los que “no pueden caminar y como no había nadie…”.
Poco se puede esperar, aunque fue residente en la zona del concejal de “cascos” el Sr. Ulecia: tanto presumir y cada día más abandonada, pero al Sr. Sampedro, responsable de la Seguridad y del cuerpo mejor pagado de la policía municipal de la Comunidad, al menos se le puede exigir que sus hombres se dejen ver y no por la imposición… de la multa correspondiente, que también cuando en justicia proceda, sino por la visualización del cuerpo que representan, pongan coto a este atropello de derechos diario que perjudica a los que siempre recordamos para la foto, pero que tanto obviamos en el día a día.
Si, ya sé que es un problema de civismo, de respeto, de valores, de ponerse en el lugar del otro; en definitiva, de ser persona, pero como todos, en ocasiones, no sabemos estar a la altura de lo que presumimos ser, no queda otra que aplicar la ley y para ello tienen que estar observantes los agentes que la regulan y que son garantes de los derechos de todos y, muy particularmente, de los de las personas afectadas en este ejemplo.
El ejemplo gráfico es de este domingo y, como pasa casi siempre, cuando se obvia lo importante -reservado a las personas que determina la señal- el prohibido aparcar de la puerta del garaje anejo, pasa a mera anécdota… para sufrimiento de los vecinos afectados. Y, como casi siempre… no pasa nada en ninguno de los dos casos, lo que llevará a seguir haciendo lo mismo, porque si no se cambia, todo sigue igual.
Se podría entender la actitud relajante y laxa de las fuerzas municipales los días de domingo alrededor de Caná, al menos los creyentes, claramente, así lo asumen, pero no puede ser que, de aquellos lodos otros tengan que respirar los polvos.
Por una vez, Susana, no eres la responsable directa, posiblemente, nunca hayas cogido el tren en la estación de tu alcaldía desconociendo circunstancias y realidades pero, si lo eres por nombramiento de concejal y en eso, alcaldesa, no tienes escapatoria.
Dura ley, es la ley.
A. Nogueiro