Crónica de un Congreso Extraordinario del PP lleno de emociones en el que, además de cumplir con mi compromiso con los afiliados de Pozuelo, voté a Pablo Casado por convicción
Y ganó el Partido Popular.
Fueron 24 horas de emociones. De sentimientos. De razones. De amigos. De corazones partidos por las mismas siglas. 24 horas de esperanza. De cambio. De PP. De comentarios. Artículos. Anécdotas. Cotilleos. Cafés. Saludos de amigos de otros lugares de España. Abrazos. Deseos. Propuestas.
24 horas, amigos. Mucho Partido Popular. Muchas personas. Porque eso somos. Personas con ilusiones e inquietudes que nos apasiona la política. A algunos como algo complementario en nuestra vida y otros muchos como su forma de vida. Personas que sentimos y padecemos. Personas que apostamos y ganamos, a veces, y otras veces perdemos.
Personas. Familias. Que nos unen principios, valores, el amor a España y a la libertad.
Así somos en el Partido Popular. El de Don Manuel. El de Aznar. El de Rajoy. Y el de Pablo Casado.
Y fueron 24 horas donde los protagonistas fuimos los afiliados. Gracias a la grandeza del presidente Mariano Rajoy. Una y mil veces gracias al Capitán Rajoy. No sé si España será justa contigo algún día.
Todos los políticos no son iguales. Por un lado, están casi todos, y por otro, Mariano Rajoy. Del PP. Orgullosos de ti.
Y ese orgullo traspasaba la piel de todos los compromisarios. Y el cambio llegaría con ilusión. Respeto. Y esperanza en el futuro.
Yo, como compromisaria por mi municipio, mi sede. Pozuelo de Alarcón. Compromisaria elegida por los afiliados. Iba con una delegación de mis compañeros. Votar a Pablo Casado. Acudí a la cita con la intención de votar por delegación. Pero, amigos, votar por delegación y, a la vez, por convicción es una de las mayores satisfacciones que un “delegado” puede sentir.
Podría haber dudado aunque mi compromiso por Pozuelo me obligaba. Pero escuché a Pablo. El Presidente.
La piel se me erizó. Sentí que aquél joven al que aprecio mucho a nivel personal, se había convertido, de repente, en el presidente que quería para mi partido. Fue presidente de Nuevas Generaciones. Yo estaba entre quienes le pasamos el testigo. Muy pocos años de diferencia. Conocí sus inicios en política. Le he visto avanzar. Madurar. Aprender a conectar con la gente. He vivido situaciones con él. Siempre le he admirado y respetado.
Pero el domingo escuché a otra persona. No era Pablo. No. No lo parecía. Era otra persona. Con la misma base. Pero con un manto diferente. Frente al atril escuché a un líder. Un líder natural. Un líder que sin papeles nos demostró a todos que tiene la cabeza muy bien amueblada. Hablando desde el corazón. Con sentimientos. Con respeto. Aludiendo a cada territorio español. Defendiendo nuestros principios. Un líder que cree en España, los españoles y el Partido Popular. Pablo Casado ya no era solo una imagen bonita y atractiva. Se había convertido en un auténtico líder.
Lo siento. Me dolían las manos de tanto aplaudir.¿ Ilusión? No. Era convicción.
La ilusión me hubiera hecho votarle. La delegación de los pozueleros también. Yo siempre cumplo. Pero, tras oírle, la convicción me hizo votarle, respetarle y apoyarle sin ninguna duda.
Y el plenario se caía con los aplausos. Aquello no parecía real. Seguro que la votaciones estarían reñidas. Pero los sentimientos eran de unidad con Pablo Casado. A pesar de que muchos luego votasen a Soraya.
Pablo Casado ganó porque siente las siglas del Partido Popular. Porque ese sentimiento se ha unido a su defensa, hasta en los momentos más difíciles, del proyecto que lideraba Mariano Rajoy. Porque siempre ha estado al lado del PP. Porque si alguien criticaba a Aznar o a Rajoy, ahí estaba Casado para responder. Porque quiere al Partido Popular. Y eso, se notó. En el discurso como candidato. Y en la elección de su candidatura.
Por Madrid, nos representan un Alcalde cuyos resultados electorales son fruto de su esfuerzo, trabajo y amor por el servicio a los demás. Antonio González Terol. Un Consejero que Pío, Cristina y Esperanza han contado siempre con él por su lealtad al Partido, a sus compañeros y a Madrid. Carlos Izquierdo. Y la ex ministra García Tejerina, diputada por Madrid, también va en su lista. Ni una tacha en ese sentido
Al final, nerviosismo.
Y entró Soraya. Una gran señora. Mariano Rajoy esperaba en su primera fila. Y el plenario se vino abajo con un aplauso de reconocimiento a Soraya Sáenz de Santamaría.Y ella bajó esas escaleras. Quizá nerviosa. Quizá desilusionada. Quizá fue el primer examen, pensó, que no aprobó.
Sentí una pena inmensa por esta gran mujer. Me dicen que algunos se marcharon disgustados por los resultados. Pero yo no sentí que faltara nadie, salvo alguno a quien vi con una credencial de invitado. Pero los compromisarios, allí estábamos. Esperando a nuestro presidente.
Y entró Casado. Y el plenario reventó en aplausos. La música del PP. La de siempre. Y al grito de Presidente. Llegó a esa primera fila. Y se abrazó con Rajoy. Y Casado abrazó a Soraya. Con Isa a su lado y de la mano. Subieron al escenario. Muchas fotos. Muchas imágenes. Y su mirada. La mirada de la humildad, de la gratitud. De la sinceridad.
E intervino. Intervino el presidente de mi partido. Del Partido Popular. Pablo Casado.
Y desde ese momento supe que los afiliados del PP de Pozuelo que mayoritariamente habían apostado por él no se habían equivocado. Elegimos a quien mejor va a representarnos. A quien mejor va a defender nuestro proyecto. Elegimos a quien transmite ilusión, renovación, regeneración con respeto a generaciones anteriores. Elegimos a quien sabe sumar, integrar. A quien respeta las siglas y a los afiliados. A quien conoce Madrid. Lo que queremos, lo que necesitamos.
Elegimos bien. Y yo me siento muy orgullosa de mi partido.
Y seguiré defendiéndolo. Desde aquí, desde mi Rincón o desde cualquier Rincón que me depare la vida.
Muchas gracias
Yolanda Estrada
Felicidades a Pablo Casado y al Partido Popular. Un nuevo presidente, que nos devuelve la ilusión y las ganas de votarles.
Ahora bien, hay que continuar, porque de nada va a servir ese cambio a nivel nacional si no se produce también a nivel local, que es lo más cercano a los ciudadanos.
Y aquí en Pozuelo confiamos en que ocurra lo mismo, porque recientemente hemos dado nuestra opinión en la elección a compromisarios.
Sabemos lo que queremos y queremos que se nos escuche y se nos haga caso.
Muchas gracias por su participación. Saludos.