Esta legislatura promete, desde la Asamblea de Madrid, la defensa unánime de los intereses y libertades de los madrileños frente a la descortesía de la izquierda que no entiende de pactos
El martes comenzó la XI Legislatura en la Asamblea de Madrid. Una legislatura que ha arrancado con un parlamento fragmentado en seis. Una legislatura donde los diferentes grupos deberán demostrar su altura de miras, su apuesta por el proyecto que han defendido de nuestra Comunidad y su compromiso con los madrileños.
En esta fotografía, y desde mi escaño. Os puedo asegurar que las cosas no pintan fáciles para aquellos que no creen ni en la democracia ni en el diálogo. Salvo que los números sumen a su favor. Como es el caso de la izquierda.
El martes, tras la votación democrática para la elección de los miembros que ya forman parte de la Mesa del Congreso, Íñigo Errejón, olvidando la descortesía de la izquierda en otras instituciones así como aquellos pactos que encumbraron a quienes no ganaron elecciones, estalló frente al resultado democrático de las cuatro primeras votaciones que se celebraron en el Pleno.
Errejón dixit “el pacto de la vergüenza en Madrid… una estafa democrática que atenta contra el Estatuto de Autonomía…Iremos al Tribunal Constitucional”.
Amigos, esta es la respuesta visceral de la izquierda radical cuando no se salen con la suya. Porque, en definitiva, eso es lo que pasa con este izquierda. Si no sacan los votos que necesitan, todo vale y está justificado con tal de alcanzar el poder, aunque con ese poder, como en Madrid, han demostrado que se han creado chiringuitos para beneficiar a “sus amigos”. Han gobernado o mal gobernado “contra” todos los madrileños. Y han pretendido “manipular y limitar” la información y la opinión.
Ahora bien, atémonos los machos. Si quienes pactan democráticamente con un objetivo: Defender el interés general, el buen funcionamiento de las instituciones y evitar que la izquierda radical paralice y retroceda la vida de los madrileños, es una estafa…
Permitidme que os diga que la única estafa de la que Errejón puede reflexionar es si percibir dinero público a cambio de un trabajo que, finalmente, no se realizó, es o no un hecho que debería ser reprochado penalmente. O éticamente. Aunque eso de la ética y la vergüenza o desvergüenza política son términos que la izquierda radical, llámese Más Madrid o Unidas Podemos no son capaces de digerir.
Y luego toca hablar del Alto Tribunal. El Tribunal Constitucional. Estos grupos anti todo los que piensan de manera distinta a ellos, señalan y apuntan al TC cuando se enfadan, patalean y no aceptan los resultados democráticos. Sin embargo, cuando se trata de acatar nuestro ordenamiento jurídico, nuestra Constitución y lealtad a nuestra Monarquía Parlamentaria, entonces, amigos, no acatamos la Constitución.
A mí me gustaría que el diputado Íñigo Errejón dejase de generar conflictos, acate las decisiones democráticas y deje de hacer el ridículo ante los madrileños. Buscando, sin duda, división y enfrentamientos, que es con lo único que la izquierda prospera.
Pero como ellos son así, tendremos mucho que hacer en estos años. El peligro está en ese bloque anti liberal. De izquierda comunista y casposa. Y yo, me siento orgullosa e ilusionada por representar a los madrileños bajo las siglas del Partido Popular.
Isabel Díaz Ayuso está dando una lección de diálogo, equilibrio y firmeza que asusta a la izquierda. Y eso, amigos, quiere decir, sin duda, que vamos por buen camino. Obviamente, una no llega a acuerdos si los demás no quieren. Y lo que está claro es que en esta difícil aritmética parlamentaria, es justo decir que tanto Ciudadanos como Vox, parece que quieren seguir apostando por un Madrid motor económico de España. Por una Región en Libertad. Valiente. La Comunidad de España que más empleo genera.
Diálogo. Actitud. Suma. Y gestión por los intereses de los madrileños. Ese es, sin duda, el gran reto de esta XI Legislatura.
Y en Pozuelo, podemos sentirnos doblemente orgullosos. La Mesa de la Asamblea se ha constituido por una mayoría de 5-2 de centro derecha y Paloma Adrados ha sido elegida Vicepresidenta Primera de la Mesa. Su labor como Presidenta del Parlamento ha sido incuestionable. Ejemplar. A la par que muy difícil. Y ha aprobado con matrícula de honor. Por todo ello, nuestra convecina, Adrados, fue elegida por mayoría absoluta Vicepresidenta Primera.
El camino puede parecer complicado. Que lo es. Pero si tenemos claro el objetivo, todo habrá merecido la pena.
Diálogo. Cesión. Pactos. Y defensa unánime de los intereses y libertades de los madrileños.
Muchas gracias.
Yolanda Estrada