La Estación depuradora de aguas residuales (E.D.A.R) de Húmera, su funcionamiento o, mejor, su inexplicable mal funcionamiento y la desidia del Gobierno de Pozuelo. Un artículo de Tony Sparky

Me pide el Capitán Possuelo que ahora le escriba algo sobre el problema de la EDAR de Húmera, ya que se ha enterado de que es otra de mis especialidades, en realidad soy especialista en ingeniería ambiental, vibro con ello porque es mi vida profesional y me parece un campo de trabajo esencial para nuestros desarrollos urbanos actuales. Es necesario vivir en entornos sostenibles, en los que no se comprometa nuestra calidad de vida y la de las futuras generaciones (Informe Burtland 1987).
Voy a tratar de ser lo más didáctico posible y sin grandes palabras técnicas que no estén al alcance del “vox populi”. Lo explico brevemente. Y trataré de dar mi conclusión, que también me la pide.
De lo que se trata en una depuradora es de purificar en la medida de lo posible las aguas residuales fruto de la actividad humana y sus necesidades básicas.
El primer tratamiento se llama “primario” y se trata de quitar la arena, sólidos, grasas (todavía hay muchas gente que tira de todo al retrete, compresas incluidas), es decir lo más gordo. Este paso se llama “pretratamiento”.
El tratamiento más importante en la depuradora es el “secundario”, en él se produce el tratamiento de la materia orgánica disuelta en el agua (de hecho se llama “tratamiento biológico”) producto de nuestra digestión y para ello se utilizan bacterias que se encargan de separar los componentes minerales separándose del agua mediante un proceso de “decantación”.
Este tratamiento se puede hacer con oxígeno (reactor “aerobio”, como es el caso de la depuradora de Húmera) o sin él (reactor “anaerobio”). Ambos son válidos.
A continuación se añade un tratamiento “terciario” que sirve para afinar, es decir, mediante sistemas físico-químicos se trata el agua para “casi” poder beberla (digo casi porque a mí me la ofrecieron una vez y no la bebí, por si acaso).
Pues bien, nuestra famosa depuradora de Húmera tiene solo “primario” y “secundario”, es decir no tiene el sistema de afinado o “terciario” que reduce la contaminación del agua. Esto no tiene que nada ver con los olores, pero sí con el precio del vertido al rio Manzanares (a la depuradora de Viveros va la que no está previamente depurada en otras cuencas). Es decir cuanto más sucia más se paga a la Confederación Hidrográfica del Tajo, de la que dependemos.
Pero esta historia la dejamos para otra ocasión, será por dinero en Pozuelo (pagamos veinte tratamientos terciarios si hace falta).
El problema de los olores es otro y se debe al famoso ácido sulfhídrico (H2S, en mis tiempos se ponía al revés), el que produce el olor característico a huevo podrido.
Para evitar este olor, que proviene de los tratamientos, se instaló un “desodorizador” (se eliminan los olores antes del primario a base de productos químicos; ácido clorhídrico+ hidróxido sódico e hipoclorito sódico, cloro) cuya eficacia brilla por su ausencia, como es evidente.
Para concluir, mi diagnóstico es el siguiente:
Creo que tenemos una depuradora en Húmera con una tecnología obsoleta que data de hace más de veinte (20) años y que produce molestias que el Ayuntamiento de Pozuelo no ha sido capaz de solventar por falta de eficacia política y técnica.
Fue implantada en 1997 y reformada, atentos al dato, en el año 2006, con Sepúlveda de Alcalde.
Ni con dinero han sido capaces de resolverlo. Para mí es inexplicable. No me extraña nada lo que está ocurriendo en los tribunales. La desidia se paga.
Tony Sparky