Tener valores y principios. Defenderlos. Hacer gala de ellos. Ser coherente. Y no caer en contradicciones públicas. Es un fin que deberíamos exigir a los políticos. Que nos cuenten la verdad. Lo que piensan, sienten y creen.

Demasiado pedimos algunos, me dicen. Esa época ya ha pasado.

Ahora la nueva política funciona a base de encuestas, audiencias, guap@s, fotos chulas, maquillajes perfectos. Esta es esa nueva política. Acompañada de decir hoy lo contrario a lo dicho hace poco. Y afirmar, lo que es mucho peor, que jamás dijiste lo contrario.

Es fácil. Algunos apelan a nuestra memoria de pez. A nuestro hartazgo. Y ahí engordan. Se hacen grandes. Enormes. Gigantes. Saben que tirar de hemeroteca, aburre. Mejor optan por mentir. Total. Son tan listos, guapos y nuevos. Que a los “tontos”, como yo. Nos pueden camelar con cualquier cosa.

Es cierto que debo ser tonta. Muy tonta. Sigo creyendo en la política coherente. Integra. La que se hace con honestidad hacia los españoles. Y, quizá por eso, no me gusta Ciudadanos. Aunque reconozco que las encuestas le dan un subidón tras las elecciones Catalanas.

Debo estar demodé, pero bueno, así me gusta ser. No seguir las modas, sino mis principios. No aplaudir la incoherencia, sino la política de valores. No sentirme atraída por la imagen, sino por la gestión. Debo estar demodé. Lo asumo.

Pero como yo creo en la sinceridad, honestidad e integridad en la política. Me escandalizan determinadas posturas.

Por ejemplo en relación a la Prisión Permanente Revisable. Aunque ya tendré tiempo para hablar de otras muchas. Muchas. Hoy me quiero centrar en este debate que se ha hecho protagonista, desgraciadamente, tras el vil asesinato de Diana Quer. Y aquí la posición de cada partido es importante para saber qué valores y principios defiende cada cual.

Y empezamos a hablar de sinceridad y valores. Algo que es un cajón de sastre en un partido político como Ciudadanos. El partido político de Albert Rivera, reciente vecino nuestro, y el de la ganadora de las elecciones catalanas, Inés Arrimadas. Ganadora y observadora. Sin mojarse. Desde la barrera y con pausa. Demasiada pausa. Como en todo. Hasta en la defensa de la vida y las víctimas.

Hace unos pocos meses, Ciudadanos se abstuvo en la votación en el Congreso a favor de la derogación de la Prision permanente revisable (PPR). Sería interesante que escucháramos qué dijeron en el hemiciclo los emergentes políticos del partido naranja. Más que nada para que lo contrastáramos con los titulares que sacan desde que se abrió este debate en nuestro país.
Lo podéis buscar. Esta en YouTube.

Los españoles empezamos a posicionarnos en relación a esta pena propuesta y aprobada por el Partido Popular. Prioridad del derecho a la vida de las víctimas frente a aquellos delincuentes que, por la gravedad de sus delitos. Por el ensañamiento. Es difícil su reinserción.

El día 4 de enero. Yo misma solicitaba, desde mi Rincón de Libertad en Pozuelo, mi ciudad, que no se derogase la Prisión permanente revisable. Firmé esa petición, como hicieron por entonces casi 400.000 españoles. Hoy somos casi millón y medio. Y en mi ciudad. El Grupo del PP en el Ayuntamiento, presentó una moción en relación a esta pena. La No derogación de la PPR.

Yo esperaba que el partido de moda, Ciudadanos, apoyara la propuesta. Reconociera su error. Y se colocara en el lado liberal de la política. En el lado que defiende el derecho a la vida.

Me equivoqué.

Ángel G. Bascuñana, PSOE, por el contrario, me sorprendió para bien. Su intervención fue intachable. Su empatía fue total con las víctimas. Y su sinceridad me subyugó cuando afirmó que su partido, el PSOE, defendía la reinserción social de los asesinos. Lo había defendido siempre. Y ahora, también.
El PSOE es coherente con sus posiciones. Al menos, en este tema. Y lo respeto, aunque no lo comparto.

Pero y ¿nuestros representantes de Ciudadanos?

Sin ánimo de ofender a nadie, soy yo quien me siento realmente ofendida. Afirmar su portavoz que ellos jamás han estado a favor de la derogación de la PPR es poco menos que llamarnos tontos a todos en nuestra cara. Ahora alegan que ellos lo único que quieren es saber si es constitucional o no. Y que, aunque ellos hubieran votado con el PP, como los números no daban, “hubiéramos perdido”.

Mentira tras mentira.

Primero. Ellos han defendido y han firmado públicamente la derogación de la Prisión Permanente Revisable. Con el PSOE. Les unen muchos principios y valores. Y este es uno de ellos. Lo que me sorprende es que se avergüencen de ello y ahora renieguen de lo que un día no muy lejano, actaron. Con titular de prensa incluido.

Segundo. La gran mentira en relación a las víctimas es de traca. Ellos defienden, por encima de todo, la reinserción social de los delincuentes. También en estos casos. Los más graves. Y así lo defendieron en el Congreso de los Diputados pero, claro, por aquel entonces, aún no sabíamos que nuestra vecina fue asesinada vilmente. Y no había empezado a plasmarse el sentir de los españoles en una recogida de firmas pidiendo la no derogación de la PPR.

Tercero. Ahora nos dicen que esperan a ver si es constitucional o no. Cuando el mes de octubre pasado, afirmaban, confirmaban y reafirmaban que dicha Pena era Cadena Perpetua. Demagogia punitiva. Era absoluta y claramente inconstitucional. En una magistral clase de derecho socialista impartido desde una tribuna que ahora utilizan para decir: “Quien la hace, la paga”. Titular de Albert Rivera.

Y, cuarto. Utilizan la excusa de los números. Pero no cuadra. Porque aquel día faltaron diputados. Y si Ciudadanos hubiese votado a favor de la vida, con el PP, es muy probable que no se hubiera iniciado la derogación de una sanción penal que representa la voluntad de la inmensa mayoría de españoles.

Y, ¿qué ha hecho Ciudadanos en Pozuelo? Abstenerse. Sin más. Y como aquí los vecinos defendemos la vida (la inmensa mayoría lo hacemos) pues tienen el valor de negar la mayor. Mintiendo y faltando a la verdad como cuando ellos señalan a otros políticos cuando mienten. Jamás, dijo su portavoz, hemos pedido la derogación de la PPR.

Seguimos en la política del show. Pero les está saliendo bien. Hay que reconocerlo. Si quien mintiera fuese un político del PP, ya tendríamos la petición unánime de algunos medios y toda la oposición. “Que les corten la cabeza! Comisión de Investigación! Dimisión!”

Pero es Ciudadanos. Y esto es lo que aplauden muchos. Es lo que está de moda.

A mayor abundamiento, amigos, y para escapar del debate, se han cogido a un clavo ardiendo. Y otra media verdad. Una gran mentira.

El gobierno propuso reformar la Ley Penitenciaria el año pasado. Pues bien, Albert Rivera no ha dudado ni un segundo en hacer suya la propuesta del PP y de Rajoy para revisar los beneficios penitenciarios y para conseguir el cumplimiento íntegro de las penas. ¿Por qué?
Para tapar su posicionamiento en un tema crucial como el de la PPR.

¡Qué bien le ha venido a Ciudadanos el caso de Cataluña! Pero, seguiremos informando…

Gracias.

Yolanda Estrada