No es una pregunta tonta sino todo lo contrario: ¿A qué se debe la marcha de Amazon de Pozuelo de Alarcón? ¿Por qué el Gobierno de esta ciudad no ha sabido retenerla?
La noticia de la huida de Amazon de Pozuelo de Alarcón me ha llamado mucho la atención. Y me ha preocupado. Y es que, de entrada, no me creo que se vaya porque se le ha quedado pequeña su sede en esta ciudad. Tiene que ser por algo más.
No se mueve una multinacional de este calibre si está a gusto en un sitio. Porque no hablamos de los grandes almacenes de distribución, no, hablamos de las oficinas. De la sede corporativa. Y ese lugar no necesita 70.000 metros cuadrados… Le vale con 12.000.
¿Es que Pozuelo no podía ofrecerle nuevas oficinas de 12.000 metros cuadrados?
Ya sé que a las oficinas que se van son el doble de grandes que las actuales y que las necesitan porque permitirán a la macro empresa americana abordar el incremento de la plantilla de la compañía, que prevé contar con más de 1.000 empleados corporativos en un plazo de entre tres y cinco años.
Ya sé también que en el edificio al que se van, aún en construcción, los empleados de Amazon podrán disfrutar de una terraza privada, un jardín de trabajo al aire libre, un gimnasio corporativo, una cafetería y dos restaurantes. Lo sé todo.
Como sé que, además de su sede corporativa, Amazon cuenta con un centro logístico en San Fernando de Henares (Madrid), que ahora mismo se está ampliando hasta los 77.000 metros cuadrados, en el que trabajan más de 500 empleados indefinidos.
Lo que no sé y me gustaría saber es qué ha hecho el Gobierno de Pozuelo para evitar, insisto, esta deslocalización de la sede corporativa de Amazon de esta ciudad.
No ha hecho nada porque no se ha enterado, porque no se ha atrevido a abordarlo o porque no ha sabido cómo hacerlo…
¿Esta marcha de Amazon es un síntoma? ¿Es un hecho aislado?
Me gustaría saberlo… Porque este Gobierno cree que las grandes empresas han venido a Pozuelo porque somos le leche…
Y lo malo es que yo me temo lo peor debido a su torpeza. El recuerdo de la marcha de la UNED aún está fresco en mi memoria.
Juan Manuel Sánchez