El ocaso del PP en Pozuelo va a ser sonado. Entre el desastre de la alcaldesa y la ausencia del consejero sucesor, la política regional empieza a buscar un nuevo color para nuestra villa

Quién podría haber imaginado, tras la envolvente que le hicieron a nuestra valiente e inteligente compañera de columna, la irreductible Yolanda, que apenas dos meses después, el ariete impuesto por la moderna y liberal Cristina ya está totalmente quemado y se ve más como Consejero de Sanidad que como potencial perdedor, al menos, de la mayoría absoluta del PP en nuestra gloriosa villa.
La cosa, realmente, ya no pintaba bien… La hermanísima, Almudena, in fraganti con el cheque bebé, ignorante ante los problemas laborales de la juventud… y a pesar de ello, título añadido, no sé si con aportación crematística incluida, y nombramiento de portavoz adjunta para poder, imagino, seguir dando la nota y evidenciando que se pueden hacer muchas cosas, en la Casa Consistorial, y ninguna bien.
Reconozcamos, al mismo tiempo, que con una oposición en estado de gracia y “ajena a luchas intestinas” -ahí están los discípulos de Rivera, procesionando a Húmera, cual costaleros sevillanos y al resto de candidatos en clave de pedanía madrileña- hoy estaríamos más cerca de un nuevo color y calor para beneficio de Pozuelo y años de oposición del PP, más próximo a ir desapareciendo que a resurgir con sus NNGG ya acomodadas en puestos de funcionariado.
Y tuvo que salir a la luz la última oportunidad de ser persona con nuestra vecina Diana, cruelmente asesinada, y solidarizarse con sus padres y con otros afectados por la misma lacra y dolor, pero ¡Ay!, mientras el Ayuntamiento que había dado la espalda al duelo por la joven vecina, apareció ante las luces y los focos -ahí sí, alcaldesa- nuestro prohombre y ya caído candidato, antes de empezar a serlo… buscó refugio…¿deportivo? Y no apareció.
Estamos ante una clase política, muy identificada con la célebre frase de Marx, Groucho que intuyendo lo que nos venía encima, la definió: “Partiendo de la nada, estamos alcanzado las más altas cotas de la miseria”. Cualquiera con un mínimo de dignidad se habría ido, pero ¡qué tendrá el poder! que nuestro candidato Enrique, seguirá en el cargo.
Como se acercan los carnavales y con ellos las chirigotas, espero que afinen acordes y voces y, con ironía y chanza, los pongan en evidencia y a fuerza de buscarle los colores, si no se van, al menos que no repitan cargo.
Colores “hailos” y más que llegarán y, la inacción de los peperos, obliga al paso adelante de Oposición y Vecinos para devolver a Pozuelo dignidad y crecimiento.
A. Nogueiro