Fiel a su cita, la gripe ha vuelto esta temporada. Y ha vuelto alcanzando ya la incidencia máxima del año pasado y es solo el principio. Un artículo del doctor Juan José Granizo

Esta molesta compañera de viaje ha adelantado su visita unas semanas con respecto a los años previos, pero nada fuera de lo común.
Desde principios de diciembre, la Red de Médicos Centinelas de la Comunidad de Madrid ya había detectado un leve aumento de casos que la semana previa a la Navidad había superado el denominado “umbral epidémico” a partir del cual decimos que hemos entrado en el brote estacional de gripe.
Lo que todavía no sabemos es cuanto durará este brote estacional ni cual será el recuento final de casos de esta temporada, pero con los datos que ha pasado la Consejería (190 casos por 100.000 habitantes en la última semana del año) tenemos una incidencia considerada media, al menos hasta ahora…ya veremos la semana que viene.
La mejor manera de prevenir la gripe es vacunarse, lo que está indicado en personas de riesgo, en las cuales es más probable que la gripe se complique.
Esta medida hay que tomarla a tiempo, ya que la vacuna tarda unas dos semanas en ser plenamente eficaz, y a estas alturas, con la gripe rampante, ya es tarde.
Recordamos que son personas de riesgo los mayores de 60 años y todas los pacientes que sufren enfermedades crónicas (especialmente enfermedades respiratorias, diabetes y alteraciones de la inmunidad, entre otros).
Si que estamos a tiempo de aplicar algunas medidas para prevenir ser contagiados o contagiar a otros por este molesto virus.
La gripe se transmite de persona a persona a través de minúsculas gotas de saliva o secreciones que expulsamos por la nariz y la boca al hablar y sobre todo, al toser y estornudar.
Si está enfermo es muy útil cubrirse con un pañuelo desechable la boca y la nariz al hablar, toser y estornudar. Lavarse las manos con frecuencia también es una ayuda.
Los síntomas principales de la gripe son fiebre alta (más de 38º C), dolor de cabeza y muscular generalizado y tos. Es muy característico de la gripe una intensa sensación de quebrantamiento.
El catarro común, mucho más leve, no tiene fiebre o ésta es más baja y produce congestión nasal y conjuntival más picor de garganta.
Si cree que necesita ayuda médica es importante que empiece por su médico de atención primaria o por las urgencias no hospitalarias.
Las urgencias de los hospitales están saturadas y el tratamiento básico de la gripe puede ser perfectamente administrado por su médico de familia.
Tratar una gripe es simple: guarde reposo, beba mucha agua y evite el tabaco. Para el control del dolor y la fiebre el paracetamol y los analgésicos son eficaces. La gripe es un proceso viral por lo que no se cura con antibióticos. De hecho, si los emplea sin indicación, es más probable que cuando los necesite de verdad no sean eficaces por que habrá generado innecesariamente resistencia a los antibióticos en las bacterias.
La gripe se puede complicar y en ese caso, si que debe consultar a un médico.
Los signos de alarma son tres: que la fiebre no desaparezca pese al tratamiento, que continúe con tos pasados los primeros 7-10 días desde que empezó la enfermedad y por último, que tenga dificultad para respirar estando en reposo.
Si aparece cualquiera de estos tres signos, especialmente el último, consulte con un médico por vía urgente, ya que no es infrecuente que la gripe se complique con una neumonía, lo que requiere una valoración adecuada.
La gripe, en unas pocas semanas, habrá pasado. Entonces, volveremos a hablar de las alergias…
Juan J. Granizo, Doctor en Medicina, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública