De charcuteros y polleros anda el Vive Pozuelo de diciembre, con una alcaldesa superstar y un mensaje burlón sobre la “auténtica Navidad en Pozuelo”. Un artículo de Juan Pozuelo

El Vive Pozuelo de este mes es de chiste. El contenido de la revista da mucho que hablar y reír. Solo voy a comentar la portada, que no deja de ser una memez, las páginas 8 y 9, a mayor gloria de la Alcaldesa Quislant y el remate de la 14, que es de traca.
De la chiquilla de la portada nada que decir, pero sí de la estrambótica frase del faldón: “Vive la auténtica Navidad en Pozuelo”. ¿Cómo que auténtica? ¿Qué sabrá Manuel Moreno, editor de la revista, de la Navidad en Pozuelo? ¿Acaso la ha vivido alguna vez? ¿Es que no sabe que las fiestas que se programan en Pozuelo son de lo más cutres, impropias de una gran ciudad como la nuestra? Es de vergüenza.
La cosa se anima cuando uno llega a las páginas donde Susana Pérez Quislant, como si fuera una superestrella del espectáculo, acapara toda la atención. En la página 8 aparece una Alcaldesa de sonrisa pueril, infantil quiero decir, recibiendo la Cruz de la Dignidad que concede la AVT, de manos de Pío García Escudero, Presidente del Senado.
En la página siguiente vemos nuevamente a la Alcaldesa (y van 5 apariciones en tan solo 9 páginas), recibiendo el abrazo del General Jefe de la JCI-SAT, Joaquín Salas, distinguiéndola como “Soldado honorífico de Transmisiones”.
Y digo yo ¿hace falta que esta mujer, que no fue elegida por el pueblo y que además no es de Pozuelo, se exhiba de esta manera? No voy a criticar las distinciones, sino el desmedido afán de esta señora por hacerse notar.
La traca está en la página 14, en la información “Campaña de apoyo al comercio local del Ayuntamiento con ACPC y ACPEIPA”. Aparte de la pésima sintaxis del título, a ver quien explica lo que significan esas letras tan enrevesadas.
Dentro de la información, aparecen sendos textos explicativos de dos comercios típicamente pozueleros: charcutería La Extremeña y pollería Aparicio, el primero con uno de sus dueños sujetando una bandeja de embutidos y fiambres y el segundo con uno de los hermanos Aparicio sujetando un pollo sin cabeza en cada mano. Se nota, sin duda, la mano que mece la cuna del desenfadado Andrés Calvo-Sotelo, Concejal de Comercio. Él es así, hay que dejarle.
Juan Pozuelo