Ya va siendo hora de que se sancionen los insultos a España en el campo del Fútbol Club Barcelona. Tolerancia cero.
El Barcelona Club de Futbol está por encima del bien y del mal desde hace más de 30 años por la permisibilidad de las autoridades deportivas. Han pasado muchos años desde que lanzaran una cabeza de cerdo a Luis Figo en el Nou Camp cuando se disponía a sacar un córner. No cerraron el campo porque el Barça pagó una sanción económica.
Esa permisibilidad sigue hoy como consecuencia del pretendido e ilegal proceso para la independencia de Cataluña del resto de España. Y así, en partidos de fútbol de la Champions, se han hecho continuos alardes de independentismo catalán al socaire de la libertad de expresión. Hechos que igualmente se han saldado con multas al Barça.
Silbar el Himno Nacional, gritar “la puta España” y desplegar enormes pancartas con consignas independentistas nos tiene “hasta allí” al resto de España. No me extraña que se desvinculen del Club catalán muchas de las peñas que tienen por todo el territorio nacional.
Pero hay quien no tiene pelos en la lengua y lleva tiempo llamando esta situación por su nombre. Se trata de Javier Tebas, Presidente de la Liga de Futbol Profesional. Ha dicho que los gritos de independencia son asumibles por la libertad de expresión, pero si el Comité de Competición estima que gritar “la puta España” es sancionable y se reincide se puede llegar a clausurar el Nou Camp por el tiempo que estime el Comité de Competición.
A ver si así comienzan a poner los pies en el suelo que, además, les llevan a situaciones tan ridículas como comercializar la nueva camiseta oficial del Barça nada menos que en seis idiomas pero ninguno es el español, que lo hablan 559 millones de personas en todo el mundo. Eso se llama, entre otras cosas, vista comercial. Perdón, quise decir estupidez.
José Antonio Rosa