El pregón de los horrores y Pozuelo por rancheras
Mañana empiezan las fiestas de Pozuelo y como es tradicional el pregón marcará el inicio de una semana en el que veremos por fin a los concejales por las calles del municipio, especialmente los del Gobierno, obligados a asistir a los diferentes eventos por las exigencias del cargo.
A pesar de que las fiestas ya no son lo que eran y que la gran mayoría de los vecinos ni se enteran que se celebran, como ya hemos denunciado en estas páginas en anteriores ocasiones, siempre existe el morbo de quién va a ser el pregonero, casi el único acto de cierta relevancia mediática.
Y este año la Alcaldesa Pérez Quislant, muy consciente de ello, ha tirado de los dineros públicos para regalarse una foto, dos besos y quién sabe si también un cariñoso abrazo del televisivo Bertín Osborne, que lo cortés no quita lo valiente.
Me imagino que la Alcaldesa esta noche no dormirá abrumada por tales circunstancias, consciente además de que a Bertín siempre le acompañan un séquito de cámaras, lo que le dará la oportunidad de lucir sus mejores galas y la mayor de sus sonrisas en programas y revistas de tirada nacional.
Pero claro, si todo fuera tan sencillo el color del cielo sería rosa y me temo que no es así. El personaje en cuestión es polémico, primero porque tiene que ver poco con Pozuelo y segundo por haber salido su nombre en los papeles de Panamá., algo que Somos Pozuelo considera una afrenta insoportable por lo que se ha dedicado a recoger firmas en su contra.
El lío ha ido creciendo, las televisiones y medios nacionales se han hecho eco, Osborne amenaza a través de su abogado con ir a los tribunales y Pozuelo vuelve a asociar su nombre a un caso, que no hay que olvidar, le ha costado el cargo al Ministro de Industria.
Con todo ello mañana no está claro lo que va a pasar. Se espera la tradicional batalla entre Quislant y Adrados por acaparar protagonismo, eso seguro, pero también otros prevén que Somos Pozuelo organice una pitada o similar, o peor suban a la balconada y le canten las cuarenta al pregonero y este salga por rancheras, y todo en prime time televisivo.
No sé ustedes pero este pregón de los horrores yo no me lo pierdo.
Julia Merino