El Gobierno de Pozuelo contrató a ‘Pepe Gotera y Otilio’ para la pasada Operación Asfalto
(14-11-14) Hace un par de días, escribí una columna sobre la revista ‘Vive Pozuelo’. En ella, me quejaba de lo fuera de tiempo y de lugar en que se encuentra. Por muchas razones pero, especialmente, en ese número, por un exuberante reportaje sobre la ‘Operación Asfalto’ de este verano. En noviembre hablaban del asfaltado de las calles de agosto. El asfaltado había sido un desastre pero ‘Vive Pozuelo’, supongo que por indicación de alguien interesado, quería lavarle la cara. Pero no es fácil lavarle la cara al alquitrán. No. No es fácil.
Apenas han pasado 48 horas, cuando al correo de este periódico ha llegado una denuncia. Bueno, dos. Pero escritas por la misma persona. Denuncias que demuestran, una vez más, que el Gobierno de Pozuelo de Alarcón contrató a ‘Pepe Gotera y Otilio’ para llevar a cabo la tan cacareada Operación Asfalto.
La denuncia decía así (copio el texto literalmente porque lo cuenta de manera extraordinaria):
“Estimado Capi, me gustaría que cuando pudiese se pasase por dos lugares del barrio de la Estación, cercano uno del otro, para que vea las chapuzas de la Operación Asfalto de la que tanto presume el Ayuntamiento.
Una está pasado el puente del ferrocarril, viniendo de Aravaca. En el primer semáforo, que es un semáforo doble. Uno que sube hasta la Estación de Renfe y otro que continúa hasta el Pueblo. Ahí, un solo carril se convierte en dos. Uno que obliga a seguir para la estación y el otro que obliga a ir para el pueblo.
Bien, pues uno de los carriles, el que obliga para ir al Pueblo lo han dejado tan estrecho al pintar las rayas del suelo que no caben los coches. Es fantástico. Uno es muy ancho y otro muy estrecho.
El otro error está en la calle Coca de la Piñera. En esta calle el error es, incluso, divertido ya que han pintado a medias dos Pasos de cebra. Como había coches aparcados, a uno de ellos no lo han pintado en un lado. Al otro, no han pintado un lado porque había un coche aparcado y el otro lo han pintado a medias porque el coche aparcado solo tocaba una esquina. Los ‘artistas’ solo han pintado la raya del paso de cebra hasta la mitad.
De estos últimos errores de Coca le paso fotos. Si no se ve bien puede comprobarlo pasándose por allí. Muchas gracias.”
Hasta aquí el correo. Lógicamente, cogí el coche y me fui a comprobar tan curiosa denuncia. La estrechez del carril de la calle Juan XXIII es increíble. Inaudito. Se ve a simple vista. No tiene explicación posible porque, además, el carril contrario es anchísimo. Pintaron a ojo de buen cubero los muy chapuzas y, como por ahí no deben pasar los concejales, nadie del Gobierno se ha dado cuenta. Y ahí sigue el desatino.
En cambio, lo de la calle Coca de la Piñera es, claramente, de una historia de Francisco Ibáñez. Una historia de ‘Pepe Gotera y Otilio’ tal y como la describe el denunciante. Una risa. Una broma de programa de Cámara Oculta. Cuando vi los pasos de cebra no me lo podía creer.
Creo que harán famoso al pueblo. Supongo que como era una calle menor, daba igual. Con las prisas por terminar y como había coches aparcados, los tíos pintaron los pasos de cebra a medias. Es de película de Berlanga. Es para verlo. Por favor, no se lo pierdan. Terminará siendo nuestro ‘Ecce Homo de Borja’
Sin duda, las prisas siguen siendo malas para los ladrones, los malos toreros y los políticos m… (Pongan el adjetivo que quieran)