Quislant está usando a Elena Méndez Leite como moneda de cambio para acercarse a las NNGG de cara a la elección de Presidenta del PP de Pozuelo
Los dimes y diretes que se están produciendo en los pasillos y lavabos de las sedes del Ayuntamiento de Pozuelo no cesan sobre el trato que la alcaldesa Quislant le está dando a la concejala Elena Méndez Leite.
Es cierto que Susana Pérez Quislant no hizo la lista de concejales para las elecciones municipales. La hizo Adrados.
(Un día de estos contaré lo que piensa la alcaldesa de cada uno de los concejales. Uno a uno. Me lo dijeron no hace mucho tiempo y quien hablaba decía la verdad porque su lengua estaba desatada artificialmente)
Es cierto que, probablemente, si Quislant hubiera hecho esa lista no habría metido a algunos nombre. Creo que ellos saben quiénes son. Y entre esos algunos estaría Elena Méndez Leite. Pero la lista la hizo Adrados y colocó a Elena de número 16. No tenía claro que saliese pero la colocó. Le debía una.
Y rodando-rodando la vida hizo que le tocase entrar en el Gobierno. Elena no es, dado los tiempos que corren, una imagen clara de renovación del PP pero ella no tiene la culpa.
El caso es que, entre pitos y flautas, Elena es concejal para disgusto de Quislant. La alcaldesa no la quería pero le tocó. Así es esto. Los pozueleros tampoco la querían a ella y les toco también.
Al principio, Susana no pensaba dar a Elena ninguna competencia. Después pensó que así no la podía tener y caviló darle las de Participación Ciudadana. Nada. Cartera de la Reina. Una chorrada.
Pero aquello tampoco le cuadró. Y Quislant dejó a Leite colgada de la brocha.
Y ahí es donde entran los dimes y diretes. Me cuentan que la señora Quislant está usando a Elena Méndez Leite como moneda de cambio para acercarse a Nuevas Generaciones de cara a la elección de Presidenta del PP de Pozuelo, allá para el invierno.
Me cuentan que, como tiene cabreados a los jóvenes de NNGG de Pozuelo por el feo que les hizo colocando a José Luís Álvarez Ustarroz, presidente de NNGG de Majadahonda, como jefe de su Gabinete, quiere acercarse a ellos. Sobre todo porque Adrados los tiene camelados y eso no lo soporta.
¿Y para qué le sirve Elena Méndez Leite?
Muy fácil, me dicen… Tras menearla “pa cá y pa lla”, ahora la deja abandonada en un rincón para que se aburra.
¿Y qué quiere conseguir con ello?
Quiere que Elena, aburrida, abandone su acta de concejal y su vacante la cubra David Rodríguez, el número 17 de la lista de Adados, que casualmente es el Presidente de NNGG de Pozuelo.
Bingo. Quislant es así
Otra cosa es que, por ahora y parece que hasta después de esas elecciones invernales, Elena Méndez Leite tiene aguante. Incluso, está dispuesta a aguantar alguna humillación más…
Seguiremos informando…
La Piraña del Meaques