La oposición se equivocó, como la paloma de Alberti, preguntando por el coste del folletito del Presupuesto y Félix Alba se les escapó por los cerros de Úbeda
Vuelvo a mi tarea habitual. Esa que me ha encomendado el Capitán y que me produce más satisfacción que a Pablo Gil hacer una pregunta onanista en el Pleno.
Y es que las preguntas de la oposición para respuesta escrita son un serrallo de palabras escritas en las que se puede encontrar imaginación, torpeza, soberbia, pasotismo y alguna cosa más que me dejo en el tintero porque luego dicen que me enrollo.
Las respuestas escritas del Gobierno en el Pleno de Abril, como siempre, tampoco defraudaron. Hay de todo. Pero, como por algún sitio debo empezar, lo haré por la respuesta que dio Félix Alba a dos preguntas iguales. Una del Grupo Municipal Socialista y otra del Grupo Municipal Somos Pozuelo.
La pregunta iba sobre el coste del folletito que nos coló en casa el Gobierno y que el concejal Alba llama díptico incorrectamente porque el papelito en cuestión tenía más dobleces que un prospecto farmacéutico. Preguntaban concretamente sobre el coste de su elaboración, impresión y distribución.
Yo, y que me perdonen ambos grupos, habría ido más lejos en la pregunta. Yo habría ido a la parte política y no crematística del folletito. El coste da igual. En 100 millones de euros, lo que haya costado es el chocolate del loro y, además, la contestación era previsible.
Yo habría preguntado por las razones políticas de su emisión. Esas que cuentan en el preámbulo.
¿Por qué se saca, políticamente, en marzo un folletito sobre el presupuesto 2016? Hubiera sido correcto haberlo sacado en diciembre. Pero en marzo con la cuarta parte consumida?
Porque ese folleto no se nos mandó a casa sin ninguna intención. Por casualidad. Detrás había un propósito claro. Político, por supuesto. Y un hecho político tiene que tener una pregunta política.
Pero tiempo habrá. No hay que llorar por la leche derramada.
El caso es que ante una pregunta tan simple, Félix Alba contestó esto:
Perdona que no te crea, Félix. Lo tuyo es puro teatro.
Juan Manuel Sánchez