La concejala Mónica García Molina imita a la alcaldesa Quislant: la alcaldesa se ha cargado a dos jefas de Gabinete y la concejala ya lleva dos secretarias

El domingo fue un día muy especial. Me desperté y una orquídea me dio los buenos días desde mi mesita de noche. Una orquídea preciosa. Salí del dormitorio con ganas de dar besos y abrazos, pero no había nadie en casa. Me llevé un disgusto tremendo. Ni Luis ni los niños. Empecé a prepararme el desayuno y no era capaz de encontrar el exprimidor. Bajé al garaje a buscar otro. Y… todas las voces que más quiero estaban allí. Un cartel enorme me decía: ¡felicidades mamá!
El domingo fue un gran día. Fui muy feliz. Comimos fuera de casa. Mis padres, mi prima y Sebastián, los niños, Luis y yo. Un día perfecto. Sin duda. Fue uno de esos días que recordaré muchas veces para que nunca se me olvide. No sé si a vosotros os pasa lo mismo. Cuando algo me gusta, me gusta mucho, lo intento recordar muchas veces. Así jamás lo olvidaré. Funciona.
Así, entre tanta felicidad, os aseguro que no me apetecía hablar ni una palabra del ayuntamiento. Pero mi prima tuvo que romper el momento… La tuve que seguir.
Pero, claro, es muy fuerte que una señora madura (me cuentan que más de 50 años) no haya superado el periodo de prueba con una concejala de Pozuelo. Como fuerte me parece que esta misma concejala «desplazara» también a su anterior secretaria sin muchos motivos.
Para caer bien a este equipo de gobierno municipal no se debe cuestionar nada. Debes callar. No debes contar la verdad. Debes disfrazarla. Y, sobre todo, no debes acercarte a Mónica García Molina.
Paqui nos contaba lo que se decía en la Casa. Carmen, la primera secretaria, se negó a llevarle un café y fue desplazada a Prado de Somosaguas. Esther dicen que fue regañada en público por doña culta y como la pobre secretaria, de forma educada, le dijo que se dirigiera a ella con un poquito de educación y, a ser posible, en privado, a su casa. El Problema, Mónica, es que ni siquiera, con lo culta y educada que eres, tuviste el valor de decírselo tú. Mandaste a otros.
¿Será verdad todo lo que cuentan de esta mujer?
La cuestión es que Mónica, ya llevas dos notitas mías en dos semanas seguidas. Le dije a Paquí que me recordabas a la alcaldesa accidental. Quislant ya lleva dos jefes de Gabinete y tú ya lleva dos secretarias.
Mi prima decía, en cambio, que le recordabas mucho a un concejal de antaño. Ex concejal. Buen compañero suyo. Le gustaba eso de regañar en público a sus trabajadores. Era insoportable. Pero, cuando iba a hablar, le vino otro nombre también a la cabeza. Y otro. Y otros más. Entre ex concejales (todos hombres) y concejalas actuales como Mónica, Beatriz, Ulecia, Paloma, Paloma… y la alcaldesa Susana debatimos sobre esa tipología de políticos que sí o sí deben desaparecer. Todos tienen un patrón común. Desprecian a sus inferiores (jerárquicos, que no morales o intelectuales) pero, por el contrario, mueren y se desviven por todos los que están por encima de ellos (jerárquicos, hablando otra vez, obviamente).
Paqui me decía que esta forma de ser en política tiene un nombre claro, pero yo no la voy a usar. Que cada cual saque sus propias conclusiones. Me quedaré con un adjetivo menos doloroso y más descriptivo. Les calificaré como se merecen. Para mi, sin lugar a dudar, son mediocres.
Así es queridos lectores. La mediocridad es la característica común de todos ellos. Una mediocridad que, lógicamente, lleva a los ciudadanos a despreciar a la clase política que conocemos…
Cuesta mucho pedir el voto para estos verdaderos mediocres. Y cuesta mucho más conseguirlo. Si el PP dependiera de sus concejales de Pozuelo, apañados iban.
Acabo de recibir un whatsapp de mi amiga Cristina. La de la calle Génova. Me cuenta que mañana viene Maroto a Pozuelo.
Javier Maroto visitará la sede del PP de Pozuelo. Tantos meses sin hacer nada en la sede, sin escuchar a los afiliados y, ahora, Paloma Adrados volverá a pedirles un esfuerzo. Vergonzoso. Hay elecciones y es lo que toca.
No sé que contará Javier Maroto. Me enteraré. Ya veremos que dice. Javier Maroto es aire fresco en el Partido Popular. A mí me gusta. Lo que no me gusta es que se junte con lo más mediocre del PP de Madrid. Y me temo que la Ya Olvidada y la Alcaldesa Accidental lo intentarán aunque a ellas esa nueva línea del PP no les guste.
La mediocridad se ha instalado en la política pozuelera y Javier Maroto, me temo, no se va a enterar de lo que pasa en mi pueblo y en su partido local.
Paloma Adrados y Susana Pérez Quislant se harán la foto y la compartirán en las redes sociales. Aplaudirán 30 personas resignadas y nadie le contará a Maroto que una «docta» concejala del PP mandó despedir a una señora de 50 años porque no permitió que la señora García Molina le faltara el respeto en público.
Andrés….¡otra semana más que te libras! Pero te tocará. No lo dudes. La próxima semana hablaré de ti.
Sira Q.