Un lector me pide que hoy titule esta columna así: “Ea, ea, ea, la alcaldesa se cabrea”. Incluso, pide su dimisión porque no merece ser la máxima autoridad de Pozuelo
No sé muy bien por qué. Tampoco tengo ninguna referencia pero, según parece, la alcaldesa Quislant está muy nerviosa. No se entiende de otra manera. Y, posiblemente, esos nervios han hecho que escribiese unos tuits impropios que nos ha enviado un lector.
Es más, si no es por este lector, no nos hubiéramos enterado de su nerviosismo. A nosotros, la alcaldesa de Pozuelo nos tiene bloqueados y no sabemos lo que escribe en su cuenta de twitter, salvo que nos lo cuenten.
Otra cosa, ¿estaba nerviosa o, simplemente, ha sido superada por la responsabilidad? Cualquier sabe.
El caso es que anoche nos llegó este mensaje:
Mensaje de lector:
Como verá he titulado el artículo como usted sugería. Incluso con petición de dimisión. Y, ciertamente, la alcaldesa ha explotado.
A nosotros no nos sorprende el carácter de la señora Quislant. Lo sabemos desde hace tiempo. Lo que sí pensábamos era que tenía más aguante. Al menos, de cara al exterior. En la segunda planta del Ayuntamiento es otra cosa. Pero no ha superado el peso de la púrpura.
La frase que encabeza su diatriba tuitera (no sé si fue el primer tuit) es de lo más cursi e improcedente. ¿Cómo que no se ofende? Vamos-vamos…
En el segundo tuit no dice la verdad. Su cuenta no es abierta. La cuenta @correopozuelo (no confundir con la cuenta de Alfredito Robalectores) está bloqueada por la señora alcaldesa.
Y en el tercero pierde totalmente los estribos.
Lleva usted razón, amigo lector, en lo del “ea, ea,ea, la alcaldesa se cabrea”. También lleva razón en su admiración por la poca cintura política que tiene cuando ataca a los cobardes que se esconden bajo seudónimos. Debe ser que no ha visto como esos trolls atacan a este periódico y a su director. Trolls nacidos, por cierto, en el propio Ayuntamiento que preside…
En fin, señora Quislant, que no ha estado usted a la altura que se le debe exigir a la más alta dignidad de Pozuelo de Alarcón…
Por cierto, y ya que ha perdido usted la sindéresis tan estruendosamente, sería bueno que nos contase también quién es o era el objeto de su perorata…
Otra cosa más. Resulta sorprendente los pocos retuits que tienen sus mensajes. Esta vez, la cosa no les ha parecido bien ni a sus palmeros.
Sira