Cifuentes no sabe negociar y se ha echado en brazos del desconocido Aguado en lugar de pararle los pies y ponerlo en evidencia

(16-06-15) A este ‘ciudadano’ Aguado, que va por la vida de reinventor de la democracia en España, habría que pararle los pies y dejarlo en evidencia. Pero Cristina Cifuentes no hace otra cosa que pensar en él. Está como enamorada. La pasión del poder le ha hecho perder la cabeza.
Vale que Cifuentes estaba obligada a negociar pero tendría que ser ella la que tuviese las líneas rojas y no el tal Aguado. Un tipo, por cierto, conocido en su casa a la hora de comer y con tan solo 27 diputados pero que está de un subido apabullante. Casi humillando a la candidata del PP. El tal Aguado está obligando a pasar a Cifuentes por un arco de horcas caudinas.
Y Cifuentes traga. Aguado exige y Cifuentes traga. Pero no solo traga ella, tragan todos su votantes y, finalmente, el PP. Es alucinante.
A mí, particularmente, Cristina Cifuentes me está defraudando. No me vale. No sabe negociar. No sabe decir basta. Es blandita.
Las condiciones que le impone el tal Aguado son leoninas pero ella las acepta. Incluso, le está poniendo condiciones que afectan en la propia estructura política del PP cuando Cifuentes no está autorizada a prometer algo que no depende de ella. A veces, da la sensación de que los dos son del mismo partido.
Lo que tendría que hacer Cifuentes es retirarse de la negociación. Y más ahora que tiene asegurada la presidencia de la Asamblea. Se acabó. Que gobierne el PSOE con Podemos que va a ser todo muy divertido. Como en el Ayuntamiento de Madrid. Y vender, además, que todo se debe a las exigencias inasumibles del ciudadano Aguado.
Y luego esperar. Esperar a que todo se pudra y haya que convocar nuevas elecciones.
¿A dónde se creen estos chulitos de Ciudadanos que van? Alguien debería recordarles que han perdido las elecciones. Perdido. Y que la regeneración que quieren se hace cuando se gana.
Otro opción sería que Cifuentes les ofreciese entrar en el Gobierno. Dos consejerías para ellos y que cada palo que aguante su vela.
Sería una bonita forma de ponerlos en evidencia. Que ya vale criticar los toros desde la barrera.
La Tarántula