Cosme Damián Churruca y Elorza, científico y héroe en Trafalgar

(03-06-15) Cosme Damián Churruca y Elorza, científico y marino militar español, nació el 27 de Septiembre de 1761 en Motrico (Guipúzcoa) y murió a los 44 años, el 21 de Octubre de 1805, siendo Brigadier de la Armada Real y alcalde de Motrico, en el combate de Trafalgar al mando del navío de línea San Juan Nepomuceno.
Cuarto hijo del matrimonio formado por Francisco de Churruca y de María Teresa de Elorza, hermano de un héroe de la Guerra de la Independencia, Julián Baldomero Churruca.
Quiso ser sacerdote por lo que inició sus estudios en el Seminario de Burgos.
Su pasión por el mar le llevo a ingresar en el Real Seminario de Vergara fundado por la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País de la que fue socio hasta su muerte.
Con 15 años ingreso en la Academia de Cádiz como guardiamarina, graduándose dos años más tarde en la Academia del Ferrol.
Ascendió a Alférez de Fragata como premio a sus brillantes estudios.
Tuvo su primera misión militar en la escuadra combinada hispano – francesa con base en Brest.
Participó en el Gran Asedio de Gibraltar, 1779 a 1783, a bordo de la fragata Santa Barbará donde se distinguió por su arrojo apagando los incendios de las baterías flotantes y llevando ayuda a las tripulaciones de los barcos incendiados por el fuego de la plaza.
Al acabar la guerra, la fragata fue enviada a Montevideo y Cosme pidió y obtuvo permiso para ingresar en la Academia de Ferrol para estudiar matemáticas.
Los paquebotes Casilda y Santa Eulalia. a las órdenes del Capitán de Navío Antonio de Córdova. exploraron el estrecho de Magallanes con Cosme, ya Teniente de Navío, como oficial responsable de la astronomía y de la geografía.
Junto a su compañero, Ciriaco Cevallos, hizo un trabajo completo de reconocimiento del estrecho en dirección Este, descubriendo una ruta alternativa a la usada hasta entonces y una ensenada que lleva su nombre.
Escribió un libro sobre el viaje titulado Apéndice al Primer Viaje de Magallanes.
Las penalidades sufridas en el viaje terminaron con su salud y cayo gravemente enfermo.
Es agregado al Observatorio d la Marina de San Fernando en Cádiz donde continua con sus estudios.
Tras un breve periodo en su Motrico natal, es llamado a dirigir, junto con Joaquín Francisco Fidalgo, una expedición geográfica a América del Sur.
La expedición salió de Cádiz el 17 de Junio de 1792 en dos bergantines y durante dos años y cuatro meses levantaron cartas marinas de las Antillas y de las Islas de Sotavento, defendieron las posesiones españolas en la batalla de Martinica y las rutas de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas de la que era socio.
Su mala salud impidió publicar la historia y las cartas de navegación de la expedición hasta 1802.
Embarcó en La Habana para regresar a España en el navío Conquistador, buque que paso a mandar cuando llegó a Cádiz y ascender a Capitán de Navío.
Con el Conquistador pasó a Brest a defender el canal de la Mancha en apoyo a los aliados franceses.
Estando en Brest recibió el encargo del gobierno de ir a Paris en una misión científica. Allí fue recibido por el Emperador Napoleón que lo trato con mucha consideración por sus conocimientos.
Francia adoptó, como oficial para su marina, la carta de Las Antillas publicada por Cosme, un ejemplar de la cual le fue regalada por Napoleón conjuntamente con un sable de honor.
El Conquistador no volvió a España con Churruca, fue uno de los seis navíos cedidos a Francia al llegar la paz.
En 1802, a la muerte de su padre, se hace cargo de la administración de Motrico.
Un año después se le da el mando del navío Príncipe de Asturias siendo encargado, junto con Antonio Escaño, de la revisión del Diccionario de la Marina. También se le encomendó un tratado de puntería para la Armada que ha servido de guía durante mucho tiempo.
Pidió y obtuvo el mando del navío San Juan Nepomuceno con el que combatió en Trafalgar.
Meses antes de su muerte, en 1805, se casó con María Dolores Ruiz de Apodaca.
El San Juan Nepomuceno era un navío de línea de dos puentes y 74 cañones construido en Guarnizo (Cantabria) en 1765.
Estando en Cádiz, Churruca escribió, el 11 de Octubre, una carta a su hermano agradeciéndole que éste hubiera ayudado con un dinero a su mujer, Dolores, ya que él llevaba cuatro meses sin sueldo. En dicha carta le decía que “Si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, di que he muerto”.
Su presentimiento se cumplió pocos días después en la batalla de Cabo de Trafalgar: Churruca murió y su barco fue apresado.
El Almirante Villeneuve salió de Cádiz a enfrentarse con la flota inglesa a pesar de las opiniones contrarias de los marinos españoles que conocían las aguas, al enemigo y el pronóstico del tiempo para los próximos días. Se avecinaba una tormenta que dificulto sobremanera las operaciones de rescate y que dio lugar a varios naufragios al tratar de entrar en Cádiz las escuadras derrotadas.
La batalla está magistralmente descrita por muchos autores, por lo que aquí vamos a dar algunas pinceladas de la misma.
Al amanecer del día 21 de Octubre, las dos flotas se divisan perfectamente la una a la otra. El Almirante Nelson, desde su nave Victory, ordena que su flota se divida en dos escuadras y avancen contra la línea de combate formada por la escuadra combinada hispano- francesa.
El General Gravina pide permiso al Almirante Villeneuve para operar independientemente de la línea de combate con la escuadra a sus órdenes, este movimiento no es aprobado, ordenándosele que permanezca en la línea de batalla y subordinado a los movimientos generales.
Villeneuve ordena una virada en redondo al mismo tiempo de toda la línea de forma que la vanguardia que a retaguardia y viceversa, con objeto de tener a Cádiz bajo el viento y así poder refugiarse en caso de derrota. Esta orden hace que la línea, formada por navíos de distinta facilidad de maniobra y velocidad, quedara desecha con grandes huecos entre navíos.
Desde el San Juan Nepomuceno Churruca comenta a su segundo en el mando: Nuestra vanguardia será aislada del cuerpo principal de batalla y nuestra retaguardia se verá abrumada. La mitad de la línea estará obligada a permanecer inactiva. El almirante francés no lo entiende. Solo ha de actuar con osadía, solo ha de ordenar que los barcos de la vanguardia viren a sotavento y se sitúen detrás de la escuadra de retaguardia. Esto colocaría al enemigo entre dos fuegos. ¡Perdidos! ¡Perdidos!.
A las cuatro de la tarde el Nepomuceno se dirige en apoyo del ya rendido Berwick. Entonces es atacado por tres navíos enemigos, su heroica resistencia hace que hasta 6 navíos ingleses acudan a batirlo.
Churruca fue herido por un disparo de cañón que casi le arranco de cuajo la pierna derecha. Gravemente herido continúa dirigiendo el fuego, ordenando clavar la bandera para que no se rindiera el navío. Llamó a su segundo Francisco Moyua para cederle el mando, pero fue informado que había muerto.
El teniente de navío, Joaquín Núñez, quien los sustituyó en el mando, continuó la defensa media hora más convencido de que era un inútil e infructuoso sacrificio que hacían los restos de la tripulación.
Sin esperanza de ser socorrido, completamente desarbolado con 120 muertos y 175 heridos de la tripulación, atacada por 6 navíos ingleses, se rindió al navío de tres puentes ingles Dreadnought.
El Nepomuceno fue remolcado a Gibraltar y tal era la admiración que causó su defensa que se escribió, con letras de oro, el nombre de Churruca sobre su camarote.
Durante muchos años lo conservaron, manteniendo la cámara del comandante cerrada y con una lápida en la que se leía el nombre de Churruca en letras de oro, y si un visitante pretendía entrar, se le advertía que se descubriera en honor de D. Cosme Damián Churruca y Elorza, Brigadier de la Armada Real muerto en combate en el navío a su mando San Juan Nepomuceno
Fue nombrado Almirante a título póstumo y su sobrino recibió el título de Conde de Churruca.
José Colmenar
Par saber más:
- Benito Pérez Galdós
- Mucha literatura en español e inglés.