¿Qué pasaría si, en Pozuelo, IU se presentase con una lista distinta a la Unidad Popular de Maite Pina, lo que es un hecho posible?

(18-02-15) Sin duda, la izquierda madrileña ha perdido el juicio. Si es que alguna vez lo tuvo. El efecto Podemos que, en un principio, la animó a crear plataformas unitarias para derrotar a la derecha, ahora, según avanza el tiempo, aquel ánimo se está convirtiendo en un galimatías. En una sopa de letras propia de una izquierda divida y absurda que sigue viviendo en el siglo pasado.
Está todo tan liado que lo que iba a ser la unidad de la fuerzas progresistas es ya un concepto imperfecto en el que se pelean todos contra todos, al tiempo que Podemos pierde fuerza.
Cómo será la cosa que, en Pozuelo de Alarcón por ejemplo, cuando parecía que estaba claro que IU se unía a esa plataforma unitaria con Podemos-Ganemos y que Maite Pina iba a formar parte de esa candidatura con el nº 2 de la lista, puede darse el caso de que la propia IU presente una lista alternativa a la de la propia Maite Pina.
Cuando parecía que las siglas son «un aspecto secundario» en el proceso de convergencia con Podemos y Ganemos, resulta que no. Que a IU no le ha gustado la presentación de la plataforma ‘Cambiar Madrid’, apoyada por gente del PCE (Mauricio Valiente y Álvaro Aguilera) y del Frente Amplio (Maite Pina).
Y como la dirección regional de IU es como La Parrala y unas veces dice que sí y otras veces dice que no, ha advertido a los que considera rebeldes que, si siguen actuando al margen de la formación, dejarán de ser sus representantes (Mauricio y Maite) en las elecciones municipales y que esta actitud «les acerca a la puerta de salida de la organización».
Lógicamente, es más un problema de léxico que de concepto. Pero así es la izquierda. Los de ‘Cambiar Madrid’ hablan de Partido instrumental y los de IUCM hablan de Coalición electoral. Como en la fábula de Tomas Iriarte, la discusión es sobre si son galgos o son podencos. Terminará pasándoseles el arroz y, como siempre también, desde hace 40 años, las culpas las tendrán los ‘otros’.
El caso es que, tanto en Madrid como en Pozuelo, se puede producir una extraña bicefalia y que haya dos listas, dos. Los de IU, que están en la plataforma unitaria, estarán en una lista y otros de IU estarán en la propia lista del partido. Algo de locos. Somos nosotros pero no sabemos quiénes. Y, además, como tienen tantos comités y ejecutivas y a tantos niveles no hay forma de que se pongan de acuerdo. Es algo también imposible.
En el fondo, a IU como al PSOE lo que les ocurre es que tienen un aparato del siglo XIX y una militancia del siglo XX en una realidad del siglo XXI.
Pero, ojo, que mañana mismo le puede pasar al PP. En cuanto deje el poder. Nadie se quiere enterar de que la sociedad ha cambiado. Muy deprisa, por cierto, como consecuencia del desarrollo de la comunicación. Y, como es natural, las estructuras rígidas de los partidos políticos españoles no son ya capaces de adaptarse a la movilidad.
El mismo Podemos se está equivocando en sus planteamientos y, como consecuencia de ello, bajando en las encuestas, porque ha montado una organización nueva y, en cambio, la está dibujando como un partido jacobino del XIX. Pablo Iglesias empieza a tener una gran contestación interna a lo que hay que unir el error Monedero.
Pero la pregunta es ¿cómo puede afectar la ruptura de IU en Pozuelo si llegase a presentar dos candidaturas?
Si se produce en Madrid, esa posibilidad si traerá consecuencias. Y graves. Si se produce en Pozuelo, apenas pasará nada. La afiliación a IU en esta ciudad es testimonial y sus votantes están con Maite Pina. Su trabajo durante esta legislatura en el Ayuntamiento la ha convertido en líder y su gente votará lo que ella les pida y lo que ella represente.
Lo más apasionante de todo es el debate autodestructor de IU al que estamos asistiendo en la Comunidad de Madrid. Parece que no pasan los años.
La Tarántula