El dios de la España Eterna lloró sobre Pozuelo de Alarcón ante la indiferencia de Paloma Adrados
(12-09-14) Hace muchos años, el poeta peruano César Vallejo escribió un poema que se llama ‘¡Cuídate, España!’. En su primer verso dice ‘¡Cuídate, España, de tu propia España!’ En el último, ‘¡Cuídate del futuro!…’
Nunca los versos de aquel poeta comunista tuvieron más razón de ser que ahora, cuando unos españoles de una parte de España atacan a su propia España, arriesgando el futuro de todos.
Ayer, muchos catalanes salieron a la calle a celebrar lo que hace tres siglos, aseguran, fue una victoria en una guerra entre españoles y catalanes. Es mentira pero a ellos les da igual. Quieren que “la herida permanezca”, en acertada definición de Cayetana Álvarez de Toledo, porque saben que, en el resto de España, el concepto Nación está tocado del ala. Discutido y discutible, decía el peor Presidente de Gobierno que ha tenido España desde Manuel Godoy. Y eso les beneficia. Lo saben.
Quieren hacer creer a los catalanes que el 11 de septiembre de 1714, final de la Guerra de la Sucesión, fue una victoria sobre España. Y lo celebran con una V. Victoria. Es mentira pero lo peor es que a muchos españoles les da igual. La influencia del Pensamiento Alicia está siendo demoledora y cada día pasa más gente. La lucha sin cuartel de los separatistas empieza a producir cansancio en algunos españoles. Al final, va a ser verdad que España perdió aquel 11-S. O, al menos, que aquel día empezó a perder aquella guerra entre catalanes. De hecho, desde entonces, aceptó perder “territorio, influencia, tiempo y vidas”.
Cuídate, España, de tu propia España. ¡Cuídate, coño!
Ayer, aunque en Pozuelo de Alarcón hubo un sol radiante, el dios de la España Eterna lloró sobre este pueblo. Seguimos perdiendo una vez más. La indiferencia de las instituciones pozueleras lo hizo posible.
Y Paloma Adrados, la alcaldesa de Pozuelo, contribuyó a ello. No estuvo a la altura esperada. No quiso hacer una mínima declaración defendiendo la Unidad de España. Grano a grano se llena el granero, señora Adrados. Pero parece que le fue indiferente.
Cataluña está muy lejos. Tenía otras cosas qué hacer. Se lo había propuesto esta web a las 9,00 de la mañana y ¿quién me creo yo que soy para hacer esa petición a toda una alcaldesa de Pozuelo de Alarcón? ‘Naide, señora’, dicen en mi pueblo natal. Un español cansado de tanta milonga.
También puede ser que no había pedido permiso a su superioridad. Cualquiera sabe. Además, unos cuantos pozueleros estaban de fiesta. No era el momento, no. Tan indiferente fue que ni siquiera tuvo un minuto para mostrar la solidaridad de los pozueleros con los catalanes que no quieren la independencia. La está mostrando el propio Gobierno de España. Quiere que todos los ciudadanos seamos solidarios con los catalanes que aman a España.
Y ese minuto, señora alcaldesa, hubiera sido mucho. Con él hubiera cuidado a España de la España que no la quiere. Hubiera dado la batalla contra la indolencia que buscan los separatistas. Pero no hizo nada… Les hizo el caldo gordo por omisión.
No sé, la verdad, si nos merecemos una alcaldesa como usted.