EL PSOE de Pozuelo ya no es un partido político sino un grupo heterogéneo de izquierdas
(12-09-14) La Agrupación socialista de Pozuelo de Alarcón es una incógnita. Hace tiempo, la llegué a definir como holograma. Hoy, no sabría cómo catalogarla. No se trata de herir susceptibilidades y, en la seguridad de que ya no funciona como un partido, lo definiré como algo parecido a un grupo heterogéneo de izquierdas y con mala suerte.
Abandonado por Pedro Sánchez, pese a que Sánchez viva en Pozuelo (se desconoce si como venganza por haber presentado Alberto Sotillos su candidatura a la Secretaría General o porque sabe que aquí no va a rascar bola) lo cierto es que el PSOE Pozuelero atraviesa un mal momento.
¿Y en qué me baso? En que no se atisba ninguna unidad personal ni ideológica en ninguno de sus líderes. David Cierco está desaparecido. Eva Izquierdo no sabe/no contesta. Sólo retuitea. Y Alberto Sotillos ya es, sin duda alguna, una especie de guerrillero, entre el Cura Merino y El Empecinado, que trata de desgastar a Tomás Gómez con su tirachinas tuitero.
¿Y qué tiempo le dedican estos líderes a Pozuelo? Poco. Bastante tienen con lo que tienen. Con tratar de salvar los muebles. Porque a la mala suerte de que su Secretario General viva en Pozuelo, hecho que dividió al partido a causa de la presentación de Sotillos, ahora cada uno busca su lugar al sol en el complicado Partido Socialista de Madrid (PSM) de Tomás Gómez que, en cualquier momento, puede saltar por el aire.
Y es que, al mal resultado electoral del PSM en las europeas y a que el fracaso no le costó el puesto a Tomás Gómez, los líderes socialistas madrileños ya le están haciendo la cama. Y eso que hay quien dice que Gómez cuenta con el apoyo de Sánchez porque se subió al carro de su candidatura en el último momento. Pero en política los apoyos valen lo que dura que sople el viento de otro lado.
No debe estar tan seguro de ese apoyo de Pedro cuando Tomás ha decidido hacer unas primarias cerradas. Solo votarán los afiliados. Para el Secretario General del PSOE se utilizaron primarias abiertas. Para las primarias del PSM de Gómez, cerradas. Tomás Gómez es de esos líderes socialistas para los que el militante que se mueva no sale en la foto. Escuela Alfonso Guerra.
Tomás sabe que la mayoría de la Comunidad de Madrid votó izquierdas en las elecciones europeas y él quiere liderar esa posible victoria en las autonómicas. Por lo tanto, las primarias serán cerradas. Tomás tiene más fácil ganarlas porque, en teoría, domina al PSM y esta es su última oportunidad en política.
¿Y cómo afectará la victoria de Tomás en una primarias cerradas a la Agrupación socialista pozuelera? ¿Y cómo afectará su derrota, en la otra posibilidad?
Le afectará mal de cualquier manera. Ayer, me decía un amigo que existe una posibilidad real de que desaparezca y que sus miembros, como restos del naufragio, se unan en una candidatura de izquierdas. Hasta ahí están de mal las cosas.
Yo creo que no será para tanto. Pero mi amigo me aseguraba que Cierco se va la empresa privada, Izquierdo ya ha dicho que no quiere estar, siquiera, en la candidatura y Alberto, tras su fallida candidatura a la Secretaría General ha perdido toda su cotización de joven promesa. Le consideran un verso suelto. Además, siempre ha apostado por la refundación del PSOE y, además, se dedica a castigar a Gómez con su tirachinas tuitero. Cómo gane el actual secretario del PSM lo fulminará.
¿Quién queda, pues, en la sede de Benigno Granizo para recuperar el partido y presentarse? Nadie. Como mucho, algún retrato del viejo Pablo Iglesias colgado en la pared. Lo que no deja de tener guasa.