Por mucho que madrugue Ignacio González no amanecerá antes en la calle Génova

(29-07-14) El PP de la Comunidad de Madrid no aprende. No quiere aprender. Sabe que el Presidente Rajoy nunca tiene prisa. Que es la calma chicha. El tancredismo político en estado puro. Creo que él mismo inventó esta forma de gobernar. Y el caso es que, hasta ahora, esa capacidad para manejar los tiempos le está dando la razón. Pero el PP de la Comunidad de Madrid se desespera. No aguanta. Es un manojo de nervios. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Y empieza a no quedarle ni un pase. Y eso que aún estamos en agosto.
Ayer, el Presidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, al tiempo que inauguraba un año político que se prevé ‘intenso’ por la cercanía de los comicios, mostraba su inquietud en relación a la tardanza que Rajoy está empleando en nombrar a los candidatos que encabezarán las listas electorales de las dos principales instituciones madrileñas. Hablo de Madrid capital y de la Comunidad de Madrid. Además, el señor González recalcaba, una vez más, su esperanza en que la ‘decisión definitiva’ no se dilatase mucho.
Me defrauda el señor Presidente de la Comunidad abriendo tan pronto el melón y mostrando su inquietud. La prisas nunca son buenas y menos en política.
Es cierto que él se juega mucho y que de él dependen muchas otras candidaturas en los pueblos madrileños importantes, entre los que se encuentra Pozuelo de Alarcón. Y también es cierto que muchas de estas candidaturas de pueblos importantes deben estar presionándole a él mismo para que muestre en público esa inquietud de todos con la esperanza de llamar la atención de Rajoy. Pero se confunde.
Rajoy es un político muy previsible. Lo ha dicho el propio Presidente de la Nación en multitud de ocasiones. Y bastaría con observar en qué anda metido en estos momentos para deducir sus tiempos.
Si Rajoy ahora anda metido en la reforma de la Ley Electoral para que el alcalde sea el que encabece la lista más votada en las próximas elecciones, me parece imposible que decida las candidaturas de esas elecciones antes de resolver esa iniciativa en el sentido que sea. Rajoy es así. Aparte, claro está, de otras circunstancias que condicionan la relación Rajoy-González que ya iremos desvelando con los días…
Pienso, por tanto, que por mucho que madrugue el Presidente González no va a amanecer antes en la calle Génova.