La Historia se repite con Sánchez: Hace mil años, el presidente del Califato de Córdoba llamado “Sanchuelo” puso las bases para su destrucción y dividirlo en los reinos de taifa

Estimado director:
La historia se repite y, en la España actual, Pedro Sánchez está poniendo las bases para la destrucción de España como lo hizo hace mil años Sanchuelo con el Califato de Córdoba.
Para que se me entienda utilizaré el lenguaje actual.
Hace ya casi mil años el presidente del gobierno del Califato de Córdoba (un tal Abderramán Sánchez, hijo de Almanzor y nieto de Sancho Garcés II de Pamplona a quien se parecía físicamente por lo que los cristianos lo llamaban Sanchuelo) con su egoísmo y egolatría para ser tan importante como su rey (o califa) puso las bases para que pocos años después el territorio musulmán en España se dividiera un más de treinta autonomías (los llamados reinos de taifas).
La España de hoy es gobernada por un tal Pedro Sánchez quien, por su vanidad y egolatría, puede ser una reencarnación del Sanchuelo, un Sanchuelo moderno.
Este Sanchuelo aunque dirige un partido político que se apellida Obrero Español como está dominado por la erótica del poder (el placer de mandar por mandar) se ha rendido a las burguesías vasca y catalana que por su naturaleza son antiobreras y antiespañolas.
Para evitar que a causa de esa política nefasta cada región autónoma de la España actual se convierta en una nueva taifa acaso lo más idóneo sería que este Sanchuelo, para no tener que aguantar los abucheos que le harán en cualquier lugar de España o por miedo a que el poder judicial español o europeo quiera meterle mano, se le obligue a escapar a Waterloo.
Allí podría convivir, nostálgico, con su socio cataluñero el Puchimon o Puigdemont.
También podría irse a Marrakech donde el rey de Marruecos como agradecimiento por el regalo del Sahara que le hizo Sanchuelo le dejaría vivir tranquilo.
M. Ortega