ERC exige ahora a Pedro Sánchez endosar parte del déficit catalán a la Comunidad de Madrid, que por algo la deuda pública de Cataluña es el doble que la madrileña

Cataluña acumula una deuda pública de nada menos que 84.327 millones -la mayor en volumen de toda España-. Madrid de menos de la mitad: 34.821 millones de euros. Cataluña cerró 2022 con un déficit del 1,51% del PIB -sólo superada por dos comunidades socialistas como la Comunidad Valenciana (3,11%) y Castilla La Mancha (1,92%) y una de los populares (Murcia, con el 2,91%).
Pero ERC ya ha trasladado su solución a Pedro Sánchez: reasignar los cupos de déficit dentro de España. Traducido: la nueva exigencia política pretende que Cataluña pueda seguir derrochando más aunque sus finanzas estén descontroladas. Y que, a cambio, para compensar, sea Madrid la que restrinja más sus gastos, pese a estar infinitamente mejor. Dicho de otro modo, que Madrid, con recortes impuestos desde el Gobierno central, financie los gastos extra de Cataluña.
ERC expone una curiosa argumentación para semejante petición. «El pasado mes de abril, el Gobierno español remitió a la Comisión Europea la Actualización del Programa de Estabilidad 2023-2026. Entre otras cuestiones, el Ejecutivo incluye en dicho documento la nueva senda fiscal para el citado periodo y por ello, se distribuye el margen de déficit total entre la administración estatal, autonómica y local».
Y en esa propuesta «el Gobierno distribuye el objetivo de déficit del 3% para el año 2024 de un modo totalmente desigual: mientras exige un superávit del 0,2% a las entidades locales y un déficit cero a las CCAA, la administración central se reserva la totalidad del margen de déficit, el 3%». ERC olvida que son ellos quienes mantienen a este Gobierno. Y que son ellos quienes dan viabilidad a la política de gastos, por lo tanto, de Pedro Sánchez.
Madrid es la región que más aporta
Pero, al margen de ello, no se puede olvidar que la comunidad que más aporta al conjunto de territorios españoles, según los datos de balanzas fiscales, es Madrid: prácticamente el triple que Cataluña. Esa aportación es gestionada por el Gobierno central, que es quien distribuye posteriormente la cesta de financiación a las comunidades autónomas y la inversión territorializada.
Traducido, que es Madrid quien aporta mayoritariamente para esos gastos. Y ERC lo que reclama ahora es poder gastar más desde la Generalidad catalana, eso sí, sin bajar el gasto nacional. Y eso sólo puede tener una conclusión: que Madrid pague aún más para financiar el exceso de gasto de Cataluña.
«Con esta propuesta, el Gobierno español impone, de nuevo, una restricción de gasto a los ayuntamientos y a las CCAA, que impedirá que éstas puedan desarrollar las inversiones necesarias para abordar los grandes retos de los próximos años, como es el caso de la transición energética», señala ERC.
«Por otro lado, durante esta legislatura el Gobierno español tampoco ha acometido las reformas del modelo de financiación autonómica y local necesarias. Es más, se ha negado en rotundo a incrementar los ingresos de las CCAA impidiendo, entre otros, que éstas recauden el 50% de los nuevos gravámenes a las entidades de crédito y las empresas energéticas», explica el partido de Gabriel Rufián.
En menos de tres meses
Por todo ello, ERC exige «modificar, en el plazo máximo de tres meses, la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, con el objetivo de flexibilizar la regla de gasto y dejar fuera del cómputo del déficit las inversiones de los ayuntamientos financiadas a cargo del remanente de tesorería».
Además, reclama «aprobar junto con las CCAA, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera, una nueva distribución de los objetivos de déficit que incluya una distribución equitativa y una evaluación plurianual y conjunta de los objetivos, en contraposición a la rigidez que supone la aplicación individual para cada ejercicio».
Todo ello, por supuesto, para poder gastar más desde la Generalidad. Y es que, de hecho, ERC también reclama «incrementar los ingresos percibidos por las CCAA, mediante la recaudación del 50% por parte de éstas del gravamen energético y de entidades de crédito y establecimientos financieros».
(Gentileza de Libertad Digital-Carlos Cuesta)