Cambiar el objeto del contrato firmado para la gestión privada del Valle de las Cañas (convertir pista de básquet en pista de pádel) es un escándalo que exige responsabilidad penal

Estimado Capitán:
Le escribo en relación con esa noticia que ha dado El Correo de Pozuelo, en la que se cuenta que el concesionario del Polideportivo Valle de las Cañas ha modificado el objeto del contrato.
Y lo hago, para empezar a pedir responsabilidades. Es un escándalo. El hecho de convertir el Pabellón de Baloncesto por canchas de pádel sin haber pedido permiso para que se cumpla el proceso legal es algo gravísimo. Aunque, a decir verdad, no es más que el paradigma de lo que ha sido el Ayuntamiento de Pozuelo en estos ocho años y, especialmente, en la Junta de Gobierno Local, que ha resuelto con la desidia más grande que nunca conoció este Ayuntamiento.
Y entre las responsabilidades está la recisión del contrato y la apertura de una posible causa penal.
El Polideportivo Valle de la Cañas fue construido con dinero público. Dinero de los contribuyentes que votarán este domingo que viene. Si mal no recuerdo costó 8 millones de pesetas de aquella época que era mucho dinero.
Como el coste del mantenimiento era muy grande, el Gobierno de la época decidió que la gestión la llevase un tercero. Gestión privada que se llama. Se hizo un procedimiento público con concurrencia y se establecieron las bases de las necesidades de interés público. Vamos, de lo que a Pozuelo le interesaba tener en ese pabellón.
Y, curiosamente, entre esas cosas que le interesaban a Pozuelo estaba la construcción de dos piscinas de exteriores que, dicho sea de paso, aún no se han hecho. Es más, creo que nadie las ha exigido y eso que la Coordinadora General Pilar Garrido sabe que debe hacerlo en las reuniones de seguimiento de la concesión. Aunque creo que tampoco se han hecho desde hace mucho tiempo. La desidia ha sido portentosa.
Entre el interés público exigido estaba una sala de Fitnes, una piscina interior y una cancha de baloncesto de primera calidad. Calidad que, dicho sea de paso, hubo que mejorar porque el Real Madrid lo requirió para entrenar.
Y todo por un poco más de 12.000 euros al año. Una ganga. Se decidió que fuese así para no gravar a la empresa concesionaria ya que tenía que invertir una buena cantidad de dinero en terminar el conjunto polideportivo.
Ahora, tras mucho mamoneo en los precios y mucho más mamoneo en la administración, nos acabamos de enterar que el concesionario ha cambiado la Pista de Baloncesto (absolutamente necesaria para Pozuelo) por unas cuantas canchas de pádel, que no recogían los pliegos de licitación ni las condiciones del contrato.
Y esto, insisto, me parece tan grave que es motivo de la rescisión del contrato y la apertura de una posible causa penal.
Porque, que yo sepa, no se ha publicado el expediente de esa modificación y, por lo tanto, el nuevo objeto del contrato. Y, como consecuencia, no se ha aprobado en la Junta de Gobierno Local, como manda la ley que se haga.
Y si se ha hecho, espero que Susana Pérez Quislant o Eduardo Oria digan la fecha en que se aprobó… Yo no la encuentro. Lógicamente, si existe, no tendré inconveniente en rectificar. Pero estoy absolutamente seguro de que no se ha aprobado en JGL.
Es que yo, particularmente, estoy muy interesado en conocer cuál es el interés público de las nuevas canchas de pádel, cuando ya se le ha entregado a este concesionario la administración también de la Escuela de Pádel y de las cachas al aire libre para ayudarle en su gestión. ¿Qué más quiere?
De paso, también me gustaría conocer la fecha de la licencia de obras porque me da que esas obras se han hecho a las bravas.
Es que, y perdonen que insista, aquí hay que repartir responsabilidades penales entre el concesionario y la Junta de Gobierno Local. Es todo muy grave.
Entendería que si el concesionario, tras la salida del Real Madrid, tuviese problemas económicos y que pidiese que se le modificasen las tarifas a la baja. Aunque, en este caso, sería una tomadura de pelo porque lo que paga de canon es vergonzoso…
Pero nunca entendería que se modifique el objeto del contrato porque, en ese momento, se está conculcando la ley y, por supuesto, los derechos de los que también se presentaron a la licitación, que hubo varios, ¿verdad señora Garrido?
Si no se acuerda, pregúntele a Nacho de Costa, como se hacía llamar en aquella época Nacho Costa, el entonces concejal de Deportes.
Y hablando del concejal de Deportes, no me puedo creer que David Rodríguez no haya detectado este cambio en el objeto del contrato que se firmó con el concesionario. No me lo puedo creer. NI siquiera puedo creerme que el concesionario no lo haya consultado de palabra…
O sí Rodríguez se enteró y lo comunicó a la superioridad, ¿qué paso? Me da tanto Eduardo Oria, como responsable de las contrataciones, como la alcaldesa Susana Pérez Quislant se hicieron los locos… Total para lo que les quedaba en el convento… Aunque, mira que cosas, Oria sigue… A ver qué le cuenta sobre el tema este personaje nefasto al nuevo Gobierno de Tejero.
El escándalo está servido.
Tampoco me puedo creer que los partidos de la Oposición no se hayan enterado de este escándalo. Y eso que a muchos de sus miembros se les ha llenado la boca de demagogia con el contrato… Pero, ahora, que hay motivos para que se resuelva dicho contrato están callados como puertas…
El caso, y termino, es que estamos metidos en un problema muy importante (con posible prevaricación de por medio) que exige responsabilidades y cuanto antes…
Por cierto, me pasé por allí y no vi el escudo del Ayuntamiento de Pozuelo…
Y es obligatorio que quede claro que es una instalación pública.
Juan Pozuelo