Desde hace tiempo, El Correo de Pozuelo viene denunciando la inutilidad de la concejalía de RRHH del Ayuntamiento de Pozuelo. La alcaldesa Susana Pérez Quislant puso a su amiga Ana María Rodríguez al frente de ella (no sabía dónde ponerla) y le colocó de segunda a la fiel y hacendosa Virginia Núñez que lo mismo sirve para planchar un huevo que para freír una corbata porque es muy atrevida y aparenta valer para todo…

Lógicamente, como son amateurs en esto del personal, no hacen más que cometer errores. Y ahora, con la consolidación de las plazas, esos errores se han multiplicados.

Ayer mismo, esta pareja de dirigentes indigentes se reunió con los sindicatos nada menos que el Salón de Plenos, profanando el Sancta Santorum de la democracia pozuelera, y a la que se unió también participó Irene Barrios (Directora General del Área de Vicealcaldía o de la pasta) para tratar diversos asuntos relacionados con el pago de las nóminas y los errores que se están cometiendo en RRHH.

Pedían árnica. Y los sindicatos, generosos y dominadores, se la dieron.

El caso es que aquí no dimite nadie ni los sindicatos, sospechosamente, piden esas dimisiones. Las denuncias por presunta prevaricación que están llegado a nuestra redacción ya son numerosas pero no pasa nada.

Aunque sí pasa. La Junta de Gobierno de Pozuelo de hoy rectifica “el error material en nombramiento de funcionarios/as de carrera en la categoría de auxiliar administrativo”

Por supuesto, la “tramparencia” de Quislant nos impide saber de qué va y tendremos que esperar quince días para que se publique el acta de dicha Junta para saberlo.

Es todo un escándalo. Más mayúsculo o menos dependiendo de qué tipo de error material se trate…

Pero eso no es todo. La Junta también «aprueba el nombramiento de personal funcionario de carrera: Inspector Administrativo Tributario». Jamás había oído nada de este cargo. Espero que esté en la RPT. Yo, desde luego, no lo he encontrado. Lo mismo se lo han inventado. ELLA es así.

Y tiene mucha guasa este nombramiento porque a Quislant le quedan 72 días en el cargo y se suponía que su Gobierno tenía, como filosofía, bajar los impuestos…

¿Qué ha pasado para que se nombre a este personaje que, entre sus funciones, se tiene que dedicar a presionar a los recaudadores y a perseguir a los morosos?

¿Qué ocurre? ¿Que no hay un puñetero euro en caja, se acerca final de mes y hay que exprimir el limón?

Todo es un dislate.

Pero eso no es todo, la Junta vuelve a “ampliar el plazo de ejecución del contrato de obras de climatización del edificio de la Jefatura de Policía Municipal, Expte. 2022/PAS/002”.

Vamos que no hay obra en Pozuelo que acabe en su plazo.
¿Será porque no se pagan las certificaciones de obra?

“Caliente caliente, eo caliente caliente, oa”, que diría la recordada Raffaella Carra…

Eso sí, en marzo y con la legislatura acabada, Pablo Gil ha tenido la previsión de que hoy se “apruebe el expediente de contratación de organización de la feria taurina con motivo de las fiestas patronales de Nuestra Señora de la Consolación, Expte. 2023/PA/004”

Es para ‘desorinarse’ en Villa Meona.

En fin, Paulita… Este es el Orden del Día…

Por favor, «Padre, aparta ya de mí este cáliz de agonía…»
Ya no me queda ni un pase…

Manolo Pérez