El Fantasma de don Agustín cuenta los nervios que se viven los últimos días a la espera de la autorización de los test masivos en Pozuelo: Sin tener en cuenta razones sanitarias sino otras

-¡No, alcaldesa, no ha habido ninguna llamada de la Consejería de Sanidad-
¡Qué si, …, que sí, que ya les dije que nos corría prisa!
¡Que sí, … que sí, que quedaron en llamarnos lo más pronto posible!
¡Vale, …, vale, no te preocupes, …, ahora mismo se lo digo!
La secretaria salió pálida y cerró lentamente la puerta del despacho. Se sentó a su mesa y tras sobreponerse al primer sofocón del día, descolgó el teléfono y comenzó a teclear velozmente.
¡A ver si me lo coge pronto Eduardo, y ojalá sepa algo!, dijo para ella
Tras breves instantes de silencio, comenzó, ya en voz más alta:
-¡Buenos día Eduardo!
¿Estás ya en el ayuntamiento?
¡Ah, que estas de camino!
¡No, no, …, si era únicamente para saber si te habían dicho ya algo sobre si podemos empezar a hacer las pruebas!
¡Porque no veas la que me ha caído ya!
¡Si, si, ya se lo he dicho, …, que quedaron en llamarnos!
Entonces, todavía nada…
Cuando llegues, ¡sube enseguida!
Venga, ¡hasta luego!
La secretaria se quedó un momento pensando, con el auricular todavía en la mano, …, y al final colgó.
Esto que he escuchado hoy, y que les cuento, no ha sido muy diferente a lo que se ha venido repitiendo en los últimos días por “la Casa”.
El permiso necesario, para realizar la campaña municipal de detección del virus, no acaba de llegar y los nervios están a flor de piel.
Tal vez no llegue nunca, o tal vez sí.
Porque parece que a Pablo Casado le ha terminado por convencer alguien muy cercano de su equipo y ya ha pasado por Torrejón de Ardoz para poder contemplar, en primera persona, el desarrollo del estudio que allí se ha llevado a cabo.
¡Y eso puede ser un buen indicio de que al final se permita aquí!
¡Cuánto se daría por esa imagen del presidente de los populares en nuestra villa!
Una imagen que vendría a reforzar el alineamiento de quién gobierna nuestro municipio con los que ocupan la última planta del edificio de la calle Génova y no con los que están en la primera.
Son los oscuros intereses que encierra la pequeña política.
¡Todo sea por el interés sanitario!,
Eso sí, sin tener en cuenta razones eminentemente sanitarias, sino otras.
Don Agustín “El Fantasma del Torreón”