Y nos dijo adiós la reina del cemento y el adoquín (Susana P. Quislant), 5 minutos antes que la echase Isabel D. Ayuso: Ni por Casadista ni por Egeista sino por su nefasta gestión

Susana Pérez Quislant, es el vivo ejemplo de la mediocre clase política española mayoritariamente y sin distinción de colores…
A saber:
Huérfana, intelectualmente hablando; reclinada ante el superior, o sea siempre dispuesta al “si bwana”; con la “famiglia” de la mano; dispuesta, siempre, a cambiar de chaqueta y, lo más importante, faltriquera abierta para cobrar del erario público bajo las dos premisas universales en nuestra “casta” política.
A fin de cuentas, el dinero público no es de nadie y, lo hago por ellos, por los ciudadanos a los que nunca se tiene en cuenta, salvo para subir impuestos.
Pero, realmente, quién mejor definió a nuestra alcaldesa al escape fue el marido de Nacha Guevara cuando, en la parodia que desarrollaban en su genial ”Nacha de Noche”, la presentaba de esta guisa: “Esta mujer es un ser muy especial, hace de todo, pero todo lo hace mal”
Y casi ochos años después, los pozueleños hemos podido comprobar cuán bien definida estaba nuestra alcaldesa en las palabras del “pianista” de Nacha. A él le faltó añadir que Salamanca no da lo que una no tiene, como bien sabemos.
Es entonces cuando el apoyo por arriba (Egea dixit) se convierten en baluartes defensores del puesto y las prebendas que el puesto tiene.
Su recuerdo perdurable, sin duda, será su afinidad con el cemento y los adoquines. Ni un parque, ni una calle (tampoco los cascos – tradicionales y modernos –) se han podido escapar a esa fiebre constructora del volquete y la pala que aún sigue y la despedirá camino de dónde vaya (la Asamblea de Madrid parece ser…).
Y si el cemento y el adoquín la delatan y nos recordarán su pesadilla, qué decir del cuarto ambulatorio y qué de las pasarelas que se quitan, se ponen y se amplían y qué decir de los parques inacabables en el tiempo y ajenos a lo verde.
No olvidaremos tampoco el S.E.R., siempre ampliando, siempre cobrando, siempre discriminando.
Su preocupación social se limitó a las Peñas del Centro y a las paellas populares y venga fotos en su Vive Pozuelo, gacetilla hagiográfica con propina de cuartilla para los Oposiamigos que la aceptaban, cual servidores de palacio, aunque solo fueran las migajas de la señora.
El lío que deja en la Casa Rosada entre funcionarios, colocados, re-colocados y recién llegados pondrá al borde del delirio a la persona que venga. Y acometer esa herida será digno de la “casa de los líos” pero pagando el contribuyente, como siempre.
De las cuentas, ayer en azul y hoy en rojo fosforito, alguien se tendrá que ocupar, pero los regalos del Patrimonio de todos (¡qué suerte la Fundación Caná y D. Jesús…!) irrecuperable…
¿Lo denunciarán los que vengan o cual Oposiamigos actuales bajarán las orejas y dejarán de reclamar lo de todos?
Nefasta, también, fue su mala memoria, olvidando siempre fechas señaladas y homenajes obligados, pero ¿quién, en ese Ayuntamiento de la omertá, hubiese sido capaz de recordarle a la reina que iba desnuda?
Ya ves, querida Susana, en tantas ocasiones el miedo que uno piensa que hace guardar la viña se convierte en tu principal enemigo.
En la vida, todo tiene su fin y el de Pozuelo fue ponerte en su camino, el tuyo, más allá del cemento y el adoquín, apoyarte en Egea y, cuál comunista feroz, manejar todo con mano de hierro y purgas… Esas fueron-fue tu indigencia política y tu incapacidad de gestión.
En esta ocasión tenía razón hasta aquel asesor de Clinton que gritó: “Es la economía, estúpido”.
Y desnudos nos dejas a todos.
Pobre Asamblea de Madrid, si en ella te apañan!
Alexandre