David Villa, el pregonero de lujo para que golee en Génova, es un error: No hará gracia a los madridistas por su pasado culé y colchonero y no servirá al propósito del futuro de Quislant
Recordaba días atrás, la estrofa de Nacha Guevara que también define a nuestra alcaldesa Quislant: “Todo lo hace esta mujer la convierte en un ser muy especial; hace de todo pero todo lo hace mal”. Y no hay enmienda. Otra vez lo ha vuelto a hacer todo mal.
Como todo el mundo sabe, el pregonero mayor de las Fiestas de la Consolación será este año David Villa con dos argumentos -principales- a su favor para tal ocasión: su dilatada y reconocida vida deportiva y, finalmente, por vivir en Pozuelo de Alarcón… Uno entre ochenta y seis mil de los que residen aunque dudo que se sienta pozueleño.
Y no le quito méritos a David en su recorrido futbolístico, equipos en que ha jugado y países en que ha residido pero…
Pero claro, los que orientaron a Susana en tan delicada elección, seguramente obviaron decirle su pasado culé, fervoroso y notable. Y, para colmo, también su temporada colchonera -liga incluida-.
Y no creo que los merengues aficionados pozueleños, con ambas cartas de presentación, se puedan sentirse muy identificados con él pese a que proclame las bondades de nuestras Fiestas Patronales.
Podrán decir los colchoneros que ellos están encantados y seguro será así. Igual que los aficionados a la Masía. Pero esas palabras, que dedicará a todos los vecinos, siempre deberían ser postuladas por persona, preferentemente, conocida y/o reconocida por y para la mayoría de los vecinos y eso en la seguridad del buen desempeño del discurso de Villa desde el balcón Municipal no será creible.
Pero nada de esto ha sido considerado por esta alcaldesa con fecha de caducidad ya tatuada en la frente.
Los nervios afloran en nuestra Casa Rosada y, en esta última cita en el balcón de la Plaza Mayor, la alcaldesa al buscar notoriedad y reconocimiento a través del pregonero (no dudando de su talento, predisposición y buena fe) lo que quiere es enviar un penúltimo mensaje de prestigio, a través del “guaje”, a la sede pepera con marcado caracter de SOS, porque hay muchos puestos de trabajo en el aire para seguir viviendo del momio público y Murcia, desgraciadamente, ya no pasa por Génova.
Error. Con lo fácil que lo tenía Susana y su equipo asesor…
Hubiera bastado que se trajesen a Isabel a dar el Pregón… Hubiera sido garantía de éxito porque, aprovechando el lleno y al calor de la ciudadanía, le solicitan una placita para que su futuro no tan fuese tan negro, y estoy seguro de que, ante eso, nadie niega nada…
Y si Isabel hubiese rechazado venir, que es lo más probable, se lo hubiese agradecido a Quislant facilitándole ese puestecito… Ella es bien nacida y se hubiera visto obligada…
Alejandre